Si hace unas semanas era una librería de la calle Algarve la que anunciaba su cierre definitivo, esta semana ya puede verse desde el escaparate el cerrojazo total de otro de los negocios de esta céntrica vía. Uno de los más especializados y diferentes, por cierto: La Mala Ñ.
Desde que La Malagueña, una de las tiendas más misteriosas y míticas de Jerez, cerrara en 2008, Cristina Gimeno quiso retomar ese encanto innato del lugar abriendo una tienda de moda bautizada con un guiño a aquel mítico negocios. Sin embargo, La Mala Ñ no ha resistido.
Una tienda diferente, repleta de marcas españolas y europeas que la cuna del flamenco jamás vistió: Compañía Fantástica, Maggie Sweet, Pepa Loves, Paisie y Rinascimento, entre otras primeras marcas. El negocio fue tirando, pero finalmente ha sucumbido ante un centro que comercialmente cada vez está más muerto. Si el auge hostelero es imparable, el comercio de toda la vida o los establecimiento de un corte más alternativo parece que cada vez tienen menos cabida.
Se fueron algunas de las principales locomotoras comerciales y el tejido se deshace con alquileres por las nubes —carteles de 'se alquila' y 'se vende' por doquier— y una fiscalidad asfixiante. Mucho trabajo por delante para remontar para el nuevo equipo de gobierno municipal.
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