De lo más emotiva ha sido la carta con la que María Barragán Ceballos, una madre de Jerez, ha expresado su “más sincera gratitud y agradecimiento por la intervención llevada a cabo por Octavio Santana Sánchez” el 6 de marzo. Sobre las 15.40 horas del referido día, esta mujer recibió la llamada del CEIP Nuestra Señora de La Paz, el centro educativo donde estudia su hijo Fabio, de 4 años. “Me informan de que mi hijo se encuentra desorientado y convulsionando, por lo que han avisado a una ambulancia”.
María se traslada rápidamente a pie al centro. Una vez allí, observa que su hijo sigue convulsionando. “Estaba expulsando espuma por la boca y sin reaccionar a estímulos, temiendo por su vida”. La ambulancia todavía no había llegado y Octavio, agente de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio y había acudido al colegio a recoger a su hija, no dudó ni un segundo en intervenir. “Sin ser requerido y por iniciativa propia, consigue calmarme y nos ofrece trasladarnos a mí y a mi hijo hasta el centro sanitario”.
El agente no solo llevó en su vehículo a María y Fabio, sino que permaneció junto a ellos hasta que consiguieron estabilizar al menor, que fue trasladado de urgencia al Hospital de Jerez en ambulancia medicalizada.
Posteriormente, los médicos diagnosticaron que el pequeño había sufrido un ataque epiléptico muy grave, de excepcional intensidad. Fabio, como señalaron los facultativos, no presentaba secuelas cerebrales. Y todo, como apunta María, “gracias a la rápida intervención, que no hubiera podido llevarse a cabo sin Octavio”.
Es por esta razón por la que esta madre ha querido mostrar mediante una carta su agradecimiento tanto a Octavio como al Cuerpo Nacional de Policía que representa.
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