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Hace relativamente poco tiempo se publicaron sendos artículos tremendamente reveladores sobre la situación de la inserción laboral en Andalucía. El primero, publicado en lavozdelsur.es, relata cómo un centro en su momento bandera de la formación ocupacional en la provincia agoniza mientras sus trabajadores -sin tareas- se desesperan. En este otro artículo, del mismo medio, se hacen eco de la surrealista gestión de la administración que permite que 14 orientadores se vean obligados a trabajar sin sueldo, medios, ni infraestructura, durante los siete meses -periodo que se asigna últimamente a los dispositivos- en distintos puntos de Andalucía. 

Esta "sequía", que permanece oculta porque solo afecta a los desempleados, alcanzará en breve un lustro de existencia. Resulta irónico, dantesco más bien, que la tan deseada desaparición de Faffe (1) y el "asuntillo" de los ERE se hayan convertido, de facto, en la puntilla de un sistema, a finales de los 90 orgullo de la Junta, que comenzó su declive cuando entra en escena la tan traída y llevada Fundación (1), a la sazón ejemplo de manual de como sostener una red clientelar con fondos finalistas.

Es decir, cuando más necesario es contar con personal capacitado -y motivado- para atender a los desempleados, cuanto mas apoyo necesitan éstos, más recursos se retiran, más solos se encuentran. Es como si en medio de una pandemia despedimos, procurando no armar mucho jaleo, a los especialistas en medicina interna, dejando el peso del asunto a los ya de por sí saturados y sufridos médicos de atención primaria.

El proceso empezó hace décadas, al externalizarse tanto la formación ocupacional como la orientación laboral. Se hizo a plena luz, aprovechando la abundancia de fondos bajo el paraguas del Fondo Social Europeo, principalmente. Y la consecuencia es que ahora, justo cuando mas necesarios son, al tratarse de fondos finalistas en no pocas ocasiones no llegan a ser ejecutados completamente. No parece importar a nadie, mas allá de los desempleados, que ya no importan a nadie o al menos a nadie en el PP, Cs o el PSOE de Pedro Sanchez, a la sazón político profesional (2) desde hace décadas.

El PSOE, que gobierna en Andalucía literalmente desde siempre, se ha sumado a la retranca -muy propia de PP y Cs- que supone cambiar, mutar, a los desempleados en "emprendedores", hinchando su número, aminorando las estadísticas de desempleados y, de paso, culpabilizando por indolente al desempleado de su situación, primer paso para arrebatarle su prestación y con ella su dignidad. Así crece la atención a los "emprendedores" y decrece la atención a los desempleados, verdaderos parias del sistema que entre unos y otros están construyendo. Y todo ello a sabiendas que la mayoría de los "emprendedores" al cabo de meses vuelven a ser desempleados "a secas", con menos glamour, pero con mas deudas.

En realidad la palabra, el concepto clave, es el de abandono, los desempleados se perciben, o eso parece, como un pozo sin fondo, una mancha en el currículum, una mota en la foto de la recuperación. O al menos eso puede extraerse de como se gestionan las políticas destinadas a los mismos a pesar de las directrices europeas al respecto.

Averguenza, cuando no humilla, comparar cómo -con qué recursos humanos y materiales- se atiende al desempleado y como debería hacerse (3). No se trata tan solo de la inexistencia de facto de un sistema integrado de orientación, es que ni siquiera existe un itinerario claro de formación de los propios orientadores equiparable al menos a las, de por sí escasas, 400 horas de los formadores ocupacionales. Por no hablar de la inexistencia de recursos mas allá de los que los propios orientadores crean por sí mismos.

No es el momento de extendernos en estos asuntos, que lo haremos, baste ahora con tener en cuenta que nuestra red de orientadores (y formadores) trabajan, generalmente de modo precario, en entidades externas subcontratadas por la administración responsable. Entidades cuyo objetivo es habitualmente lucrarse o sacar rédito político, cuando no ambas.

Vulnerar, prostituir, de tal manera el espíritu de la inserción laboral ha propiciado la tormenta perfecta: Conforme avanza la crisis (y se solidifica en normalidad) el número de parados (sobre todo de larga duración y/o baja cualificación) crece. Al mismo tiempo desaparecen los recursos de orientación y formación.

No parece importar a nadie. Pero solo es eso. Lo parece. A nosotros si nos importa.

(1) La Fundación Andaluza Fondo de Empleo y Formación comenzó su "andadura" como entidad privada de titularidad pública dedicada a la formación y  terminó gestionando los "ERE" de Delphi, que la llevaron al Juzgado de Ayala, entre otros asuntos, finalmente fue "absorbida" por el Servicio Andaluz de Empleo, para alborozo de sus propios trabajadores y escarnio de la mayoría de sindicatos representativos en el sector.

(2) O eso puede extraerse de la lectura de su "amable" biografía disponible en la Wikipedia.

(3) Es posible hacerse una idea del sistema de orientación profesional español en el siguienteartículo. Y sobre la situación en la UE leyendo este u este otro. Es posible completar la información, si se desea pasar un "mal rato" en el siguiente enlace.

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