Que María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno y candidata del PSOE-A en las próximas elecciones autonómicas, inicie la precampaña en Jerez es un gesto más que simbólico. Pareciera que se quiere aprender de los errores. Porque Susana Díaz, en la campaña de 2018 en la que ganó, pero perdió —ganó las elecciones, pero perdió el Gobierno andaluz—, no pisó la ciudad, y muchos aún se lo recuerdan.
Llega Montero, además, con la vitola de "salvadora", la artífice de que el Ayuntamiento jerezano, intervenido por ser uno de los más endeudados del país, vuelva a tener Presupuesto municipal tres años después —aún se sigue funcionando con el de 2022—. Así lo ha querido vender al menos el PSOE local, con muy poco protagonismo, por cierto, en el acto organizado este sábado en el salón de los espejos del Club Nazaret.
Dentro, todo está perfectamente orquestado para que parezca el principio de la remontada. Si antes ya estaba complicado arrebatarle la mayoría absoluta a Juanma Moreno en 2026, con el estallido del caso Cerdán, ya no es que se vaya 5-0, como confiesan en privado destacados dirigentes socialistas, es que ahora la goleada es aún mayor. El ambiente en Jerez, podría decirse, es de euforia temerosa. Quieren creerse que se puede, aunque en el fondo todos sepan que hay que remar mucho.
En estos actos, es importante atender a la banda sonora elegida. En este caso, bien pareciera que alguien puso "Andalucía" en el buscador de Spotify y reprodujo todo lo que apareció. De Medina Azahara al Kanka. O el Que trata de Andalucía de Los Aslándticos. También algunas con mensajes más sutiles, como el Tó ba a çalîh bien, mamá de Califato ¾. Y, sobre todas ellas, el Verde que te quiero verde. Porque no hay mucho lugar para el rojo corporativo PSOE.
No hay banderas en este mitin veraniego donde todo es verde. Cuando se acercan elecciones, siempre viene bien envolverse en la bandera andaluza, pregonar el andalucismo. Intentar apropiárselo. Las enormes pantallas que presiden el escenario proyectan fotos de la candidata Montero y palabras como "futuro", "justicia", "cambio", "memoria", "esperanza". Y un lema: "El cambio en marcha". La vicepresidenta del Gobierno habla durante una hora. De las sospechas de corrupción en su partido, de prostitución, de medidas del Gobierno y del presidente de la Junta.
Con sus habituales formas, levantando y agitando los brazos con ímpetu, arengando a los suyos, entra María Jesús Montero en el salón de los espejos. Lo recorre, hasta el escenario, entre selfies, besos, abrazos, aplausos. Lo habitual en estos actos. La cuenta atrás para las elecciones andaluzas, sean cuando sean, ya está en marcha. El tono mitinero, y pretendidamente alegre, lo inunda todo.
Hace de telonero de Montero el líder del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix. El secretario general de los socialistas jerezanos, José Antonio Díaz, que estrena su cargo en un mitin, no tiene protagonismo. Aparece en la foto, pero a un lado. No interviene. Ni se le confirma como candidato a la Alcaldía en 2027. Su futuro se decidirá más adelante, aunque parece que empieza a aclararse.
"Aquí está el PSOE de Andalucía, presente. Fuerte, unido, con ganas, preparados para ganar", comienza Ruiz Boix, quien echa por tierra la gestión de Juanma Moreno para la provincia gaditana, y ensalza la de Pedro Sánchez. Mientras uno recorta en Educación y Sanidad, el otro crea empleo, sube el salario mínimo y refuerza infraestructuras. En resumidas cuentas, ese es su balance.
A Montero vienen a verla a Jerez, además de cargos del partido de Jerez y la provincia —del citado Ruiz Boix a Mamen Sánchez, ex alcaldesa y presidenta provincial del partido—, cargos institucionales con peso a nivel andaluz. El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, o el presidente de Diputación de Sevilla y líder del PSOE sevillano, Javier Fernández. O quien fuera alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz. Exconsejeros como Manuel Jiménez Barrios. Y el antecesor de Montero, Juan Espadas, ahora reconvertido en senador. Además de alcaldesas y alcaldes variados —Patricia Cavada, de San Fernando, Remedios Palma, de Olvera, Santiago Galván, de Zahara, Javier Ruiz Arana, de Rota...—. O parlamentarios andaluces como Irene García o Rafael Recio.
Es el inicio oficial de la precampaña para las elecciones andaluzas y la consigna es "estar unidos", "con fuerza". Reconquistar la Junta y reponerse del mazazo que ha supuesto el informe de la UCO de la Guardia Civil, que ha desvelado posibles corruptelas en el seno del partido, entre dos ex secretarios de Organización como son José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Y prácticas relacionadas con la prostitución.
A estos casos, precisamente, dedica Montero un largo speech, para desmarcarse de la corrupción, para volver a insistir en que son dos ovejas negras, casos aislados, y para, como mujer, censurar el uso de prostitución. Pedro Sánchez ya dijo que expulsaría a los militantes que recurrieran a ella, y la candidata del PSOE-A dice que en septiembre se volverá a presentar en el Congreso el proyecto de ley de abolición de la prostitución.
"Nos repugna más que a nadie la corrupción", prosigue Montero, quien dice que en su partido los estándares morales son más altos que en otros partidos. Que a la mínima, se expulsa a quien no tiene "comportamientos ejemplares". Y que el PSOE es un partido feminista, abolicionista. Y que apuesta por la Educación pública y la Sanidad pública. Son los mensajes que quiere colocar Montero, que también habla de empleo y de financiación autonómica.
Y luego, en clave candidata, critica a Juanma Moreno, su duro rival a batir. Lo acusa de "postureo", de empeorar los servicios públicos, y de no actuar ante posibles conductas reprobables del alcalde de Estepona, José María García Urbano, o del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce. De no acogerse a la quita de deuda propuesta por el Gobierno de España o de quejarse de financiación cuando "Andalucía recibe 50.000 millones más que con Rajoy".
Un cóctel tras el que manda deberes a los suyos: irse de vacaciones y volver con energías renovadas. Con la mira puesta en 2026. La fecha exacta de las elecciones andaluzas aún se desconoce. En el PSOE dicen que tienen ganas de acudir a las urnas. Al menos, públicamente.
