Frailes franciscanos.
Frailes franciscanos.

En el libro Construir la memoria de la ciudad. Espacios, poderes e identidades en la Edad Media (XII-XV), I, La ciudad publicitada: de la documentación a la arqueología, coordinado por la Dra. Dña. Gregoria Cavero Domínguez, de la Univ. de León, se encuentra un artículo de José Mª Miura Andrades titulado: La creación de la ciudad celeste: los fondos documentales concejiles y los institutos mendicantes. El reino de Sevilla. Y en este artículo encontramos unos párrafos muy sustanciosos sobre el Jerez de la segunda mitad del s. XV que aluden a la acción política de los frailes mendicantes.

Reproducimos aquí 4 párrafos que nos han parecido de gran interés para los lectores de esta sección:

Las luchas de bandos o facciones colocaban a los mendicantes en situaciones comprometidas. Por un lado, sus conventos se utilizaron como fortalezas o refugios de algunos linajes en sus enfrentamientos, como aconteció en San Pablo de Sevilla en 1440, donde se refugió Ruy Sánchez de Huete. De más resonancia fue lo acontecido en San Francisco de Jerez donde, en 1459, se refugiaban Gonzalo Pérez de Gallegos y sus cómplices quienes habían escalado la cárcel real y roto sus tejados para entrar en la misma y allí habían matado a puñaladas al alcalde mayor, Juan García de Castro. Ante el requerimiento de los alcaldes mayores al alguacil mayor, los regidores y los jurados, los franciscanos no abrieron las puertas, que tuvieron que ser derribadas".

Las luchas de bandos y el destino de ciertos impuestos eran, por ejemplo, aspectos políticos y económicos del momento que ocuparon y preocuparon a los frailes dominicos, mercedarios y franciscanos:

"En otras ocasiones, los frailes hacen de correa de transmisión de las informaciones que, por sus múltiples contactos con personas de toda condición, mantienen. Unas veces informan al cabildo o llevan al mismo peticiones de otras instancias, como cuando presentaron Juan Ramírez, guardián de San Francisco de Jerez, fray Diego, vicario de Santo Domingo, y fray Juan Rapado, comendador de la Merced, a los miembros del cabildo jerezano, pidiéndoles que la cumplieran, una carta de Juan II, firmada del infante, cuyo contenido se refería a la aplicación de los bienes mostrencos y los fondos de la Cruzada a la Guerra de Granada... En 1447, gracias al guardián de San Francisco de Jerez, al cual un “ome bueno e de creer le dixera en penitencia que sabía por un moro, que a voluntad de ser xristiano, como la villa de Tarifa era vendida por dos omes de dicha villa”, se movilizaran los recursos del cabildo jerezano para evitar la situación".

A veces, los debates entre los mismos frailes por motivos diversos generaba una gran preocupación entre los jurados y regidores, los cuales parece ser intervenían para evitar problemas en la ciudad.

Los frailes acudían con las milicias concejiles para atender espiritualmente a las mismas, mediaban para poner en libertad a un preso, intervenían en las luchas banderizas intentando apaciguarlas (33) o generaban situaciones de tensión entre ellos que hacía necesaria la participación del concejo con el fin de evitar altercados y enfrentamientos. Nota 33: Las luchas banderizas prácticamente mantenían a la ciudad de Jerez en la década de los sesenta del siglo XV en una situación política y social insostenible. Ante ello, fray Juan de Rota, guardián de San Francisco de Jerez, y fray Pedro de San Salvador, se presentaron en el cabildo y pidieron se atendiese a la pacificación de la ciudad, que estaba en armas. El cabildo acordó se diese conocimiento al maestro fray García de Vargas, prior de Santo Domingo, a fray Miguel, al comendador de la Merced, fray Antón de Jerez, y a fray Juan de Fonseca, “que eran personas nobles y honestas y religiosas y deseosas de paz y concordia”. CIT. SANCHO DE SOPRANIS, H. San Francisco..., pp. 386-387.

En la iglesia de San Francisco, y también en Santo Domingo, solía reunirse el Concejo de Xerez…

En no pocas ocasiones, los recintos mendicantes sirvieron como sala de reuniones de los ediles municipales. En Sevilla, aunque no es lo frecuente ni lo habitual, al menos conocemos un caso de reunión capitular en el convento de San Francisco. Para Jerez, esta ubicación mendicante de las reuniones capitulares parece más frecuente, ya que en 1404 lo hicieron en el convento de Santo Domingo y, un año después, en el de San Francisco de Jerez”.
 

Sobre el autor:

Cristóbal Orellana.

Cristóbal Orellana

Licenciado en Filosofía (US), Diplomado en Geografía e Historia (UNED), Máster en Archivística (US), Máster en Cultura de Paz y Conflictos (UCA), de profesión archivero, de militancia pacifista, de vocación libertario, pasajero de un mundo a la deriva.

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