Mari Carmen, que tiene a su tía de 80 años ingresada en el Hospital de Jerez, cuenta que la han trasladado a una planta que no está bien equipada.
“Las enfermeras se van llorando, son pacientes lo que están en sus manos y no tienen material para atenderlos”, dice Mari Carmen, que tiene a su tía de 80 años ingresada en el Hospital de Jerez desde hace unas semanas. Un total de 144 camas se han cerrado en el centro hospitalario jerezano durante las vacaciones de verano, según denuncia el sindicato de enfermería Satse, algo que los usuarios están sufriendo.
“Han abierto una planta en maternidad y están metiendo a los enfermos, pero no está preparada”, se queja Mari Carmen, que señala que el personal sanitario tiene que ir a otras plantas cuando necesita suministrarle medicación a su tía. Ella lo tiene claro: va a denunciar su caso. Aunque asegura que “no sirve para nada”. “Pero hasta las enfermeras me dicen que es lo mejor, que las ayudaría a ellas”, señala Mari Carmen, que destaca la labor del personal –“es fabuloso”, dice–, pero cree que hay poco.
Su tía, de 80 años, presenta una insuficiencia cardiaca y permanece ingresada aislada. “La operaron porque tenía perforación de vesícula, ha cogido infección en la herida, estamos aislados… ¡Y el timbre no funciona!”, se queja, señalando que tienen que salir al pasillo a llamar a voces a las enfermeras. “El personal es fabuloso, pero no hay suficiente gente para cubrirlo todo”, señala Mari Carmen, que cuenta que está “indignada con lo que hacen con los enfermos”. Y dice que no es la única, ya que varios pacientes también están que trinan. Además, señala: “Tengo la voz ronca del aire acondicionado, estoy helada y no lo bajan, a mi tía le tuve que echar dos mantas porque está mal y se asfixia, hay que abrir la ventana para que entre calor de la calle del frío que hace”.
Ana, cuya hija pequeña tuvo que acudir al hospital tras sufrir náuseas y destemplanza, denuncia el “penoso” y “vergonzoso” episodio que, según ella, ha vivido este fin de semana, cuando ha pasado más de diez horas sin que encontraran el origen de la dolencia de su hija, asegurando que “le camuflan el dolor”. “Y todo esto con intervención de la Policía porque allí se armó con otros familiares que estaban desde las siete de la mañana”, cuenta Ana en una red social, donde también se queja de la limpieza: “El lavabo estaba atascado y ese zumo (adjunta una foto con un tetrabrick) desde que llegué a las ocho hasta que me venido allí estaba”.
La semana pasada, este medio publicaba el caso de Cristóbal, un hombre de 72 años que estuvo más de 24 horas esperando una cama en el Hospital de Jerez con una trombosis en una pierna. "Ha trabajado desde los ocho años… con lo que ha cotizado creo que ha pagado una planta de hospital entero, para que ahora se le dé este trato”, reclamaba una familiar del paciente, otro más de los numerosos casos que se dan durante los meses de verano.
Desde el Satse señalan que la situación es como todos los años y que, por ahora, “se ha llevado bien". El colapso de Urgencias y la falta de camas hizo que se abriera una planta, que indican que se equipa poco a poco, aunque señalan que en verano hay “el mismo número de pacientes por enfermero”.
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