"La Real Escuela es una embajadora y eso los políticos no lo entienden"

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Las instalaciones de la avenida Duque de Abrantes acogen hasta el 6 de marzo una de las citas más importantes del calendario de doma, puntuable para los Juegos Olímpicos de Río.

“La Real Escuela es una embajadora cultural y eso los políticos no lo han entendido”. Federico Padrón habla desde la experiencia que supone haber organizado diferentes grandes citas ligadas al mundo del caballo. Director de organización de la empresa Top Iberian, ha sido uno de las claves para que Jerez, y más en concreto las instalaciones de la Real Escuela de Arte Ecuestre, acojan dos Concursos Internacionales de Doma tres estrellas, una cita de primera magnitud y las más importante relacionada con el mundo ecuestre desde que en 2002 la ciudad albergara los Juegos Mundiales de esta especialidad deportiva.

Los números lo dicen todo. Más de 260 binomios procedentes de 18 países de todo el mundo y jinetes y amazonas de la talla de la actual campeona del mundo, Europa y medalla en los Juegos Olímpicos de Londres, Charlotte Dujardin. En las modélicas instalaciones de la avenida Duque de Abrantes muchos de estos jinetes sacarán su pasaporte para la cita olímpica de Río este próximo verano.

La Fundación Real Escuela y Top Iberian cerraron el pasado año un acuerdo a cinco años para que Jerez pueda acoger citas tan importantes como esta que se desarrolla hasta el 6 de marzo. Ya en 2015 Jerez albergó un campeonato internacional y otros dos a nivel nacional y este 2016 ha empezado fuerte. Además, no es casualidad que el evento haya coincidido en el tiempo con otro de gran calado como es el Festival de Jerez. “Esto es parte de un proyecto. Queremos crear sinergias entre el caballo y el flamenco y nos gustaría que el año que viene parte del festival se desarrollara aquí”, señala Padrón, que considera que la mayoría de las veces ni los ciudadanos ni los propios políticos se imaginan lo que supone un evento de este tipo. “El campeonato ha traído a Jerez a tres de las treinta fortunas más grandes del mundo, pero eso no se sabe, porque estas personas tampoco son de darse a conocer. Pero te digo que la otra noche estuvimos en un tablao y se quedaron alucinados con lo que vieron. Una de ellas probó el vino y decía que era maravilloso. Es que Charlotte –en referencia a la amazona olímpica- que no bebe vino, probó un cream y ya me ha pedido que le compremos una botella…”, y sentencia: “Hace falta que los políticos se den cuenta de que no les pedimos dinero, sino apoyo y comunicación. Esto es Real Escuela, deporte y cultura a la vez”.

Juan Carlos Román, director gerente de la Real Escuela, destaca también la repercusión que un evento de este tipo tiene para la ciudad, no sólo por la categoría de los jinetes en liza, sino por la trascendencia que tiene a la hora de poner a la ciudad y a la institución que dirige en el mapa de los grandes circuitos ecuestres. Además, Román, destaca tres elementos que pocas ciudades pueden conjugar a la vez como Jerez: el buen clima, unas estupendas instalaciones que permiten disputar las pruebas al aire libre y ante un señorial edificio del siglo XIX y la propia ubicación de la Real Escuela en la ciudad y que permite a los participantes poder disfrutar de sus encantos.

Y mientras, a pie de pista y refresco en mano, una institución de la Real Escuela no pierde detalle de lo que hacen sus pupilos. Rafael Soto, ex jinete olímpico en Atlanta, Sidney y Atenas, medalla de plata por equipos en ésta última cita y jefe del área de exhibiciones de la institución forma parte ahora del staff de la Federación Hípica Española que se encarga de entrenar y seleccionar al equipo que formará parte de Río 2016. El jerezano no deja de reconocer que echa de menos su pasado en la alta competición, pero asume su papel. “Ahora ya toca otra manera de vivir esto, entrenando, pero a la vez estoy muy satisfecho de haber conseguido lo que he conseguido”.

Soto, además, ha tenido la oportunidad de cumplir el sueño de toda una campeona del mundo como Charlotte Dujardin de montar un caballo de pura raza española. “Me dijo que quería montar uno y le hemos dado la oportunidad de que lo haga con un potro de seis años de la propia yeguada de la Escuela. “Ha sido algo totalmente diferente, me ha encantado la experiencia”, sentenció la amazona.

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Jorge Miró

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