Una caravana de vehículos ha recorrido este martes por la tarde las principales calles de Jerez en apoyo al pueblo palestino. La protesta, organizada por Izquierda Unida, CGT, CCOO, Kolectivo Sur y la plataforma Paremos las Guerras, partió desde Chapín con decenas de coches portando banderas palestinas y mensajes en contra del actual conflicto en Gaza. El objetivo: visibilizar una exigencia clara, el fin del "genocidio en Gaza".
Los convocantes han compartido un manifiesto en el que se advierte del despertar de parte de la ciudadanía frente a lo que consideran una manipulación informativa por parte de las élites occidentales. “La sociedad española despierta en su condena del genocidio sionista en Gaza. Pero es necesario mucho, mucho más”, señalaba el texto. La movilización se suma a otras acciones en distintas ciudades de España y del mundo, que, según los convocantes, marcan un cambio de narrativa sobre el conflicto.
Críticas directas a Israel, OTAN y potencias occidentales
El manifiesto lanza acusaciones contundentes, señalando que Israel actúa con impunidad, protegido por Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra y la Unión Europea, a quienes responsabilizan de bloquear cualquier resolución que condene su actuación en Naciones Unidas. “El ente sionista no es nada sin el apoyo de Estados Unidos, de Alemania, Francia o Inglaterra, de la OTAN y la Unión Europea”, denuncian.
Además, los convocantes afirman que Israel solo puede ejecutar su ofensiva en Gaza por su papel como “enclave colonial” funcional a los intereses geopolíticos de las potencias occidentales. Citan unas declaraciones del canciller alemán, según las cuales Israel “hace el trabajo sucio” de Occidente en la región, frente a los pueblos del sur global y las potencias emergentes. En este sentido, alertan de una creciente indignación global frente a lo que denominan una “doble moral occidental”.
Exigen medidas concretas y una respuesta internacional
Entre las exigencias que recoge el manifiesto figuran: el embargo total de armas a Israel, la ruptura de relaciones diplomáticas, el fin del bloqueo en Gaza y la protección de la flotilla humanitaria Global Sumud. También se denuncia la ausencia de intervención internacional, en contraste con la rápida respuesta militar en otras regiones. “No se propone una rápida intervención, amparada por la ONU, para poner fin al exterminio del pueblo palestino”, lamentan.
Se acusa a Europa de actuar con pasividad y subordinación a Estados Unidos, mientras se produce una pérdida acelerada de relevancia global. “Algunos analistas hablan ya del ‘siglo de la humillación’ de Europa”, se recoge en el documento, que compara las capacidades tecnológicas y educativas de potencias emergentes con las occidentales.
La causa palestina como reflejo de luchas globales
En el texto se establece un paralelismo entre la situación palestina y las reivindicaciones sociales dentro del propio continente europeo. “Nuestra política y la del pueblo palestino están más relacionadas de lo que parece... nuestros enemigos son el mismo”, sostienen los convocantes, quienes vinculan las luchas contra el sionismo con la necesidad de transformar las instituciones europeas y atlánticas.
El manifiesto también incluye una fuerte crítica a la OTAN y la Unión Europea, a las que califican como herramientas del control estadounidense sobre Europa. Se pide una revisión profunda de las alianzas militares y económicas que, según los activistas, perpetúan guerras y deterioran los niveles de vida de los ciudadanos europeos.
Palestina como símbolo de liberación colectiva
La movilización en Jerez no fue solo una acción solidaria, sino también una declaración política que busca unir causas y luchas. “La liberación de Palestina acelerará la liberación de los pueblos europeos de estas élites que no representan a nadie”, concluye el manifiesto, que defiende un nuevo orden internacional basado en la soberanía de los pueblos y el fin del neocolonialismo y el supremacismo occidental.
Con esta manifestación, los colectivos convocantes insisten en que la causa palestina no es ajena a Europa, sino que forma parte de una lucha más amplia contra las estructuras que sostienen la desigualdad, la guerra y la represión a nivel global. En palabras del documento leído en Jerez, se trata de abrir “un horizonte emancipador, popular y democrático para las futuras generaciones”.