Una "investigación de manual" durante semanas en Jerez para detener a Miguel por el asesinato de Buran

Las pesquisas han sido dirigidas por varios agentes, que para ir cerrando el caso han contado con apoyo de las unidades de Subsuelo y Policía Científica

La vivienda de Miguel donde pudo cometerse el asesinato de Buran.
La vivienda de Miguel donde pudo cometerse el asesinato de Buran.

El trabajo realizado por la Policía Nacional para detener a Miguel M. por el asesinato de Buran ha sido un trabajo de semanas, desde que se dio la voz de alarma por su desaparición en Jerez. El proceso se inició con la denuncia de una hermana de la víctima, que reside en la provincia de Toledo. 

Buran llevaba unos meses entrando y saliendo del albergue municipal y mantenía contacto con otras redes de servicios sociales. La Policía, entonces, estudió por dónde se movía la víctima, que había sido vista por barrios de la ciudad como San Benito.

La víctima, iraní de nacimiento, llevaba muchos años viviendo en España y la Policía pronto descartó alguna teoría que se fue deslizando por la ciudad e, incluso, en medios de comunicación nacionales. Entre otras, que existiera alguna razón de su desaparición relacionada con su nacionalidad. Pero nada que ver, porque era una mujer absolutamente occidentalizada, según apuntaron entonces fuentes de la investigación.

El estudio del entorno de la víctima dio con Miguel, un almeriense condenado previamente por homicidio que salió de prisión hace algunos años, algo más de un lustro. Cumplió condena y se compró una casa en Picadueña Baja. 

Entonces, la Policía comenzó a seguir los pasos de Miguel. Poco relacionado con el entorno, centrado principalmente en una actividad agrícola de ocio tanto en un pequeño campo como en su propia azotea de la vivienda de dos plantas de la que era propietario.

Así, casi desde el principio, a cuenta de tratarse de un expresidiario por delitos de sangre, desde el principio internamente en el CNP se temía que la búsqueda de Buran acabaría con la aparición de su cadáver.

El seguimiento del sospechoso dio con la presencia de la Policía Nacional en el pozo del Cortijo de Ducha donde fue hallado el cuerpo. Inmediatamente, se procedió a la detención de Miguel en su propia casa de Picadueñas. No ha trascendido, eso sí, qué fue primero, si la detención o el hallazgo.

Todo ello, eso sí, acabó con la confesión del detenido. Miguel acudió incluso a la vivienda durante el registro y reconstrucción de los hechos, por lo que todo apunta a que acabó con la vida de Buran en la vivienda, si bien son extremos que se mantienen en secreto de sumario.

En el esclarecimiento de los hechos han sido clave varias unidades de la Policía Nacional, desde los investigadores que llevaron el caso hasta los agentes de Subsuelo, que realizaron la recogida de restos del pozo, hasta la Policía Científica, que recogieron restos de ADN y realizaron las comprobaciones necrodactilares.

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

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