Reinventarse es posible, y, en algunos casos, la única opción. Ejemplo de ello es Antonio Miguel Moreno Hidalgo, el hombre con más titulaciones de Formación Profesional en España y en el mundo, al menos que se haya acreditado como tal. El jerezano, criado en el barrio de La Granja, acumula una decena de títulos.
Su historia empieza en 2009, cuando un ERE lo dejó fuera del trabajo tras más de una década en la misma empresa. Lo que vino después fue una decisión radical: “Aproveché el paro y la indemnización para formarme. Fue lo mejor que hice”.
Una decena de títulos
Tenía 32 años cuando se matriculó en su primer ciclo formativo, que fue Automoción, en el IES Andrés Benítez. Desde entonces no ha parado. En su mochila lleva títulos de Robótica, Integración Social, Docencia, Imagen para el Diagnóstico, o Electromedicina. Algunos, como el último, cursado este año en Puerto Real, le han llevado a hacer prácticas en Navantia o trabajar en hospitales públicos.

A lo largo de estos años también ha ejercido como formador para entidades como las Cámaras de Comercio de Jerez, Sevilla o Badajoz, el instituto técnico del metal, la confederación empresarial de hostelería de España (CEHE) o la Confederación Española de hoteles y alojamientos turísticos (CEHAT). “La formación profesional no es solo estudiar, es emplearte. La mayoría de títulos que tengo los he podido poner en práctica”.
Mezclando la literatura con las nuevas tecnologías
Pero Miguel también le ha dado un giro inesperado a su faceta como educador: se ha lanzado a experimentar con la tecnología y la literatura, como se puede leer en su publicación online Experimentación Literaria Disruptiva. “Son relatos o poemas que combinan texto y nuevas tecnologías. Algunos tienen parte en vídeo, otros se completan con un QR que enlaza a un cortometraje. También he creado música con inteligencia artificial para acompañar poesía escrita”.
Su objetivo es claro: enganchar a los más jóvenes a la lectura y la historia usando su propio lenguaje digital. "Son nativos digitales. Si un poema tiene vídeo, música o una recreación histórica, les resulta más cercano. Es una forma de acercarlos a la poesía desde lo que conocen". Por ahora, da resultado, siendo muchos los que se interesan.
Poniendo en valor la Formación Profesional pública
Como veterano de la Formación Profesional, el docente tiene clara su opinión con respecto a quienes la infravaloran. "Antes se pensaba que la FP era para quien no servía para la universidad. Eso ha cambiado. Ahora es una vía directa al empleo, al reciclaje y a la transformación social".
Eso sí, lanza una advertencia: "Hay una presión preocupante sobre el cierre de líneas públicas de FP mientras se dispara la oferta privada. La educación técnica debe ser accesible para todos. No puede depender del dinero que tengas".
Desde su barrio natal hasta aulas de todo el país, pasando por hospitales, centros sociales y plataformas digitales, Miguel demuestra que la formación no es un punto de partida ni de llegada, sino un camino para transformar vidas. Y él, por ahora, no tiene intención de detenerse.



