La Policía Nacional ha asestado un nuevo golpe al narcotráfico en la provincia de Cádiz con la intervención de 3.800 kilos de hachís y la incautación de dos fusiles de asalto AK47 en una finca de Jerez de la Frontera utilizada como guardería de droga. En el operativo han sido detenidas dos personas, presuntamente encargadas de la custodia del alijo, en el marco del Plan Meridional-Tarteso. Esta operación es similar a la conocida en noviembre, pero sin relación con aquella: fue incautada una AK-47, se detuvo a una persona y se intervinieron 2.0000 kilos.
Según ha informado el cuerpo policial, la actuación se desarrolló en una zona próxima al río Guadalete, en las inmediaciones de la barriada de El Portal. Los investigadores mantenían allí un dispositivo de vigilancia tras detectar indicios de que en el entorno se podría haber producido un alijo reciente.
El operativo permitió confirmar el modus operandi empleado por las organizaciones criminales. De acuerdo con la investigación, las redes utilizan lanchas neumáticas de entre seis y ocho metros de eslora, propulsadas por uno o dos motores, que navegan río arriba desde la desembocadura del Guadalete. Estas embarcaciones se encuentran mar adentro con barcos de alta velocidad, conocidos como nodrizas, que transportan grandes cantidades de droga.
El hachís es trasvasado desde las nodrizas a las lanchas neumáticas para su posterior traslado a tierra firme. Una vez en la costa o en puntos fluviales cercanos, el estupefaciente se descarga y se transporta habitualmente en vehículos todoterreno o furgonetas, que en muchos casos han sido sustraídos previamente.
Durante el dispositivo, los agentes observaron cómo dos vehículos accedían de forma sucesiva a la finca vigilada y descargaban en su interior fardos de arpillera de grandes dimensiones, similares a los que se emplean de manera habitual para el transporte de hachís. Tras comprobar la maniobra, la Policía accedió al inmueble.
En el interior fueron localizados 95 fardos, varios de ellos aún mojados, lo que reforzó la hipótesis de una descarga reciente. El material intervenido alcanzó un peso total de 3,8 toneladas de hachís. Junto a la droga, los agentes hallaron dos subfusiles de asalto AK47, equipados con tres cargadores municionados.
En el momento de la entrada policial, dos hombres se encontraban en la finca y fueron arrestados como presuntos responsables de la custodia del estupefaciente. La Policía ha indicado que la investigación continúa abierta y que no se descartan nuevas detenciones relacionadas con esta operación.