"Tenemos, por ejemplo, el certificado de extintores. Ya me lo dice la compañía y cuando llegue la inspección me lo dice el bombero. Está también el certificado de solidez, que me lo tiene que dar un arquitecto o aparejador en una primera inspección, antes de la inspección municipal que, a su vez, lo tiene que ratificar; está también la estructura, con sus puntos de anclaje, que eso prácticamente tenemos que hacerlo los caseteros porque lo que deja el montaje municipal deja mucho que desear... esto son solo algunos de los muchos requisitos que tenemos que tener resueltos, que van sumando un importante dinero y que, en el fondo supone duplicar, e incluso triplicar las certificaciones"... son declaraciones sobre distintos aspectos técnicos de dos caseteros que estarán presentes en la Feria del Caballo de Jerez 2025.
Algunos de estos 'controles' ya existían en la antigua normativa y otros se han visto reforzados por la entrada en vigor, esta edición, de la nueva ordenanza de la Feria del Caballo a iniciativa del gobierno municipal del PP. Vaya por adelantado que lavozdelsur.es está a favor, como no podía ser de otra manera, de que haya la máxima seguridad en el Real de la Feria para que todo el mundo que acuda al parque González Hontoria no tenga más preocupación que la de disfrutar al máximo de la fiesta. No obstante, es cierto que todos estos temas han supuesto/suponen quebraderos de cabeza añadidos para los caseteros, que están en pleno sprint final de cara a tener todo listo para el sábado, y tienen que atender los requerimientos de una normativa que, en general, son más y más prolijos que los de la ordenanza antigua.
Además, hay que tener en cuenta el dinero, claro, el dinero. Según un cálculo –un tanto por encima– entre sitio, agua, luz, anclajes y la obtención de distintos certificados a una caseta de dos módulos se le van cerca de 5.000 euros, una cantidad importante. La tesis de estos caseteros es que, muy probablemente, estemos a punto de vivir una nueva edición de la Feria del Caballo más cara y, aunque por supuesto, nadie habla de manera explícita de repercutir precios, al final este tipo de cosas caen por su propio peso.
Hay que recordar que el gobierno municipal de Jerez –la delegación de Fiestas– ha mostrado su disposición a ser indulgente en la aplicación de la nueva normativa este primer año... con el compromiso tácito de que no habrá una avalancha de sanciones dentro de unos meses como la que se ha producido hace escasamente unas semanas, por infracciones detectadas en 2024. Eso no quiere decir que no vaya a haber sanciones en términos absolutos, lo que quiere decir es que antes de abrir expedientes sancionadores, habrá advertencias para que se subsanen las deficiencias que se detecten. Que antes habrá pedagogía, en una palabra.
Quitando el desmarque de Los Andaluces y Comisiones Obreras, que son las únicas casetas que, por ahora, han emprendido acciones legales contra su cambio de ubicación en la Feria (habría al menos otras dos casetas interesadas... pero seguro, seguro, no hay nada), al final todas las casetas, incluidas las llamadas casetas-discoteca –con espacio propio en el Hontoria–, han asumido la nueva situación. Fundamental en este aspecto ha sido la 'mediación' (no reconocida, pero evidente) de la Asociación Hostelería de Jerez entre caseteros y gobierno municipal. La contrapartida, digamos, para desinflamar los ánimos ha sido precisamente la 'indulgencia' que se ha acordado para esta edición.
De hecho, Hostelería de Jerez ha programado una serie de actos para apoyar la candidatura de Jerez a Capital de la Gastronomía en 2026, caso por ejemplo de la reunión de (número aproximado al que se aspira) uno 50 chefs de la ciudad, en un acto todavía por confirmar fecha, que no se puede desligar de la 'pax' alcanzada entre todas las partes.