Rompen retrovisores y arrojan líquido corrosivo a un coche en la calle Isabelo, en el entorno de los bares de copas de la avenida Álvaro Domecq. Los vecinos denuncian el gamberrismo que sufren los fines de semana.
Vecinos del entorno de los bares de copas de la avenida Álvaro Domecq llevan varios años denunciando las molestias que sufren a consecuencia del botellón que se hace en calles cercanas a dichos establecimientos durante los fines de semana. Gamberrismo, suciedad y botellones incontrolados que, denuncian, no tienen respuesta por parte de la Policía.
La gota que ha colmado el vaso, según denuncian a este medio, es un hecho producido esta pasada noche de viernes, cuando no solo han amanecido varios coches de la calle Isabelo con los espejos retrovisores rotos, sino que un vehículo ha sufrido graves daños de chapa a consecuencia de un líquido corrosivo. Miguel Ángel, vecino de dicha calle, afirma que “desde que gobernaba Pelayo el Ayuntamiento nos marea y nos pone excusas. Hemos pedido que nos cierren la calle, tal y como se hizo con otra cercana cuando había movida en La Unión, pero nos dicen que no se puede. Y si pedimos mayor seguridad el problema es que hay falta de efectivos”.El vecino afirma que “esta zona todos los fines de semana es horrible. En invierno cierras las ventanas y se oye menos ruido, pero en verano es imposible dormir. Además a veces da miedo decirle a algunos que se quiten de tu puerta, porque después te las patean, o te hacen algo al coche. Hay algunos que se dedican a tirar botellas al aire y acaban rompiendo lunas”.
El uso de un producto corrosivo en un vehículo hace poner aún más en alerta a los residentes de esta zona, toda vez que entienden que un retrovisor roto, dentro de la gravedad, es algo aún ‘corriente’ si de gamberrismo se habla, por lo que temen que detrás de este hecho pueda haber algo más. “Esto ya es 'kale borroka', estamos asustados”.
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