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El jerezano Francisco Escot, que tenía previsto volver este martes de sus vacaciones con su familia, narra a lavozdelsur.es el colapso y la psicosis que se está sintiendo y sufriendo en el corazón de Europa tras una nueva cadena de atentados terroristas.

El terror fanático ha vuelto a sacudir Centroeuropa. Una cadena de explosiones en Bruselas (Bélgica) que han afectado el aeropuerto y una estación de metro han provocado al menos una treintena de muertos y causado heridas a más de 200 personas. Las autoridades hablan de dos terroristas suicidas en otro ataque con autoría del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). En medio del caos, en pleno corazón de la capital belga (frente a la Bolsa), se encontraba de vacaciones con su familia el conocido jerezano Francisco Escot. Es más, este mismo mediodía tenía programado el vuelo de regreso tras aterrizar el pasado viernes. “Por apenas tres horas no nos ha cogido en el aeropuerto; las explosiones ya habían sucedido pero habría sido algo que no hubiésemos olvidado en la vida. Son muchos muertos y es mucho caos”, ha narrado al otro lado del hilo telefónico con lavozdelsur.es. “Estos días habíamos visto mucha seguridad en las calles, tanto en el aeropuerto al llegar como las estaciones de tren. Militares, tanquetas, policías de tres en tres en cada esquina… pero era más sensación de seguridad que de amenaza”, relata. Luego vino la cadena de explosiones: dos en el aeropuerto y otra en el Metro. A la tragedia sucedió el desconcierto total y absoluto.

A las ocho y media de la mañana le sonó el móvil. Su sobrino, desde España, le daba la noticia mientras bajaba junto a su mujer y sus dos hijos, Alejandro e Irene, de 14 y 15 años, a desayunar. “La impresión ha sido tremenda, estamos en pleno centro y en media hora estaba todo cerrado; policía por todas partes, helicópteros por el cielo...”, cuenta. Al gerente de la inmobiliaria jerezana Mistercasa le pilló bajando a desayunar a la calle con su familia, casi con las maletas para volver a España. “Hemos ido a una cafetería, donde obviamente todo el mundo estaba silencioso, y luego a un supermercado para comprar pan, agua y algo de comer porque veíamos que lo cerraban automáticamente todo; y ya luego, hemos tenido que buscar otro apartamento porque el que teníamos ya lo habíamos dejado". "Nuestra principal preocupación era dónde dormir”, relata, destacando la "amabilidad" de la Embajada española pese a las "nulas soluciones que nos ha dado".
Mientras observa por la ventana de su apartamento turístico a 15 o 20 unidades móviles y a un grupo de gente que improvisadamente ha comenzado a dibujar y escribir mensajes sobre la calzada totalmente cerrada al tráfico, Escot ahora solo piensa en volver a España. “La idea es salir de Bruselas como se pueda, pero Ryanair no nos da algo hasta dentro de una semana, y en el resto de las compañías no hay absolutamente nada. Ni billetes de tren, ni autobús, ni coches de alquiler. Está todo colapsado y bloqueado. Mañana intentaremos llegar como sea a Francia o Alemania y poder volver. Vamos a salir de aquí como podamos". Bruselas está llena de españoles y, en estas fechas, de numerosos turistas que como Escot y su familia viven ahora entre el temor que asola la ciudad y la idea fija de volver a sus hogares. "En lo personal está siendo una odisea pero, gracias a Dios, estamos bien y tranquilos", relata desde su apartamento turístico el jerezano. Y remacha: "Estamos aquí y es lo importante". “Jerez con BXL”, ha escrito su hijo sobre la fría calle bruselense. Paco ha subido las fotos de condolencias y algunos mensajes sobre el asfalto a su muro de Facebook y, de paso, ha querido tranquilizar a familiares y amigos desde la ventanilla de la red social. Mañana el aeropuerto seguirá cerrado. Hace unas horas han paseado por la Grand Place y apenas "éramos 50 turistas". Las autoridades en ese mismo momento seguían contabilizando víctimas y heridos. Todo desgarrado por el odio y el fanatismo.

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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