Luis Lara, conocido también como el Comandante Lara, se ha afianzado como una de las figuras más populares del humor en España en los últimos años. Natural de Jerez, su estilo directo, marcado por un acento andaluz inconfundible y una capacidad única para la improvisación, ha conquistado tanto los escenarios como las redes sociales. Su gira Comandante Lara & Cía ha recorrido numerosos teatros del país colgando el cartel de entradas agotadas, y su espectáculo Viaje con nosotros, en compañía de Jesús Tapia y Vicente Ruidos, ha recibido una acogida entusiasta por parte del público.

Más allá del escenario, ha participado en proyectos televisivos y cinematográficos, ampliando así su presencia mediática. En reconocimiento a su trayectoria y conexión con sus raíces, fue nombrado Rey Mago en su ciudad natal en 2024, un gesto que confirmaba su impacto cultural. Su éxito no es fruto de la casualidad, sino de una combinación de carisma, trabajo constante y una enorme sintonía con su audiencia.

Un remedio con trampantojo

Luis, que siempre deja sonrisas a raudales entre sus seguidores, ha compartido un vídeo en redes donde dice ofrecer el "remedio infalible para luchar contra la depresión y el hastío". "Hola gente maravillosa", comienza saludando el polifacético artista para añadir: "Si te encuentras en un estado un poco así alicaído, melancólico, depresivo, como añorando algo, como enfadadizo por algo que te ha ocurrido, no sé, ha perdido tu equipo, tu novia o tu novio te ha dejado, has hecho un examen y has dado cuenta de que nada más que has puesto tu nombre y no tenías ni puta idea de nada de lo que te habían preguntado, tranquilidad, porque tengo el remedio ideal para ese estado depresivo”. 

Un remedio, como ha comentado el carismático Comandante Lara, que pasa por “coger tres gramos de cúrcuma, cinco centilitros de jalea real buena, por favor, no vayas a comprar jalea irreal. Comprar la de verdad, la buena, las de las abejas. Luego buscamos cinco almendras y cinco piñones más dos gramos de azafrán. No vale el colorante alimenticio ese, no, gramos de azafrán. Todo esto lo echamos en medio litro de leche que si puede ser semidesnatada o desnatada, mejor. Le quitamos la nata porque la nata tiene un efecto que no es muy positivo para la depresión”. 

Una vez hecho todo esto, “cogemos la batidora y le damos ahí un par de minutitos hasta que veamos que se pone el líquido, se pone pero espeso. Pues cogemos esto que tenemos en un cacito o en un pequeño aparejo de cocina y lo tiramos a la basura. Lo tiramos a la basura y…”. 

Y, llegado a este momento, como indica el humorista jerezano, “cogemos dos papas, las pelamos, las cortamos al bastón y cogemos dos huevos y nos hacemos dos huevos gritos con papas. ¿Habéis visto a alguien que esté depresivo, a alguien que esté deprimido comiéndose dos huevos fritos con papas? Así que, señoras y señores, dos huevos fritos con papas. Vamos a echarle huevos a la vida y vamos a dejarnos de tonterías. ¿Cómo te vas a deprimir porque haya perdido tu equipo? Me cago en tus mulas. ¿Qué te ha dejado tu novia o tu novia? Pues da iguala. La de flores que hay en el campo. Vamos a dejarnos de tonterías. Y si el examen no te salió bien, pues en septiembre recuperamos. Huevos fritos con papas”. 

Sobre el autor

Rubén Guerrero.

Rubén Guerrero

Ver biografía

Lo más leído