Rafael de Paula, fallecido este pasado domingo a los 85 años de edad, tuvo una relación muy especial durante toda su vida con su barrio y con su Hermandad del Prendimiento, a la que regaló uno de sus trajes de luces que fue convertido en saya para la Virgen del Desamparo.
El terno, de grana y oro, lo llevó puesto el diestro el día que firmó una gran faena en Jerez al toro Sedoso, del Marqués de Domecq. Aquella. Tarde, Paula salió por la puerta grande tras cortar dos orejas y rabo a un toro que es historia de la Plaza de Toros de Jerez, ya que ese ejemplar está inmortalizado en dicho recinto taurino.
Donaciones a varias hermandades de Jerez
Paula le entregó el traje de luces a Miguel Ordóñez, por entonces hermano mayor de la Hermandad del Prendimiento. El vestidor José Bernal se encargó de darle vida a la saya en María Santísima del Desamparo. Ese día, Paula también regaló un cordón de oro a Nuestro Padre Jesús del Prendimiento.
Su vinculación durante su vida fue tal a su barrio y su hermandad, que la familia ha decidido que la misa por su eterno descanso sea en la iglesia de Santiago, donde su familia, amigos y vecinos le darán un último adiós al torero jerezano.
No ha sido el único traje de luces regalado a una hermandad por la leyenda del toreo fallecida este domingo. Rafael también donó algunos de sus hábitos taurinos al Nazareno, Angustias, Santo Crucifijo, Amargura y Virgen del Rosario de Capataces y Costaleros. De todos ellos, solo se convirtieron en sayas la que ha lucido el Desamparo y otra a Nuestra Madre y Señora del Traspaso de la Hermandad del Nazareno.








