Permanentes subidas en el precio del metro cuadrado, liderazgo en las compraventas de la provincia de Cádiz, incesantes nuevos proyectos residenciales de obra nueva, imparable demanda de fuera y dentro de las fronteras del municipio... Con todo ese contexto de boom inmboliario en Jerez es llamativo que una oficina de una inmobiliaria cierre en pleno centro de la ciudad.
Muchos viandantes y conductores se han percatado en las últimas semanas de que la emblemática esquina que fue el local del no menos emblemático estudio fotográfico de Daniel Carretero permanece desocupada.
Después de diez años alojando la oficina de la inmobiliaria Gormaz, de un día para otro la finca se vació y pasó de anunciar ofertas inmobiliarias a colgar el cartel de se alquila.
La retirada de los luminosos de Gormaz y de sus anuncios de ofertas de pisos, locales, naves y unifamiliares ha dado paso a un escaparate sin nada que ofrecer, a la espera de una nueva oportunidad para un corner que está en uno de los puntos con mayor visibilidad de la ciudad.
Cierre por cambio en el modelo de negocio
"Nos ha dolido en el alma, esa zona es la plaza de Colón, la Castellana, de Jerez, ha sido un placer estar ahí; pero hemos cambiado nuestro modelo de negocio y ya no seguía siendo rentable asumir los altos costes mensuales por mantener esa oficina", asegura a lavozdelsur.es Juan Manuel Enríquez, gerente de Inmobiliaria Gormaz.
Pese a que esta empresa sigue con oficina abierta en Chiclana, en el caso de Jerez el viraje en el modelo de negocio ha hecho que fuera innecesario mantener un local abierto al público que, además, "se ha ido integrando con la vida y las tradiciones de la ciudad", como defiende Enríquez. En cambio ahora, "nuestro negocio está más enfocado en esta zona a productos exclusivos y temas empresariales".
La paradoja de la edad dorada del ladrillo: no hay oferta para tanta demanda
La paradoja de la edad dorada del ladrillo que vuelve a vivir Jerez está en el hecho de que no hay oferta suficiente para tanta demanda. Lo corrobora Enríquez como lo pueden ratificar muchos otros operadores inmobiliarios del municipio.
No hay disponibilidad y eso está provocando que, en lo que respecta a segunda mano, especialmente viviendas de uso como residencia habitual, "no hay nada que vender, lo que lleva al cierre de inmobiliarias. Sin género, no hay negocio. Ahora con las nuevas promociones que están poniéndose en marcha parece que se desbloqueará un poco esto", asegura el gerente de Gormaz, con una experiencia de más de 35 años en el sector.




