Los padres del CEIP San Juan de Dios vuelven a salir a la calle para protestar y pedir arreglos que llevan meses esperando. "En cualquier momento te llaman para decirte que la niña se ha abierto la cabeza", dice la madre de una alumna que se cayó por las grietas que tiene la pista deportiva.
“Mi hija se cayó y ha estado dos semanas en mi casa con el ojo hinchado”, dice Sara Calella, madre de una niña de ocho años que estudia en el CEIP San Juan de Dios. ¿La causa de la caída? Las grietas de la pista deportiva. Los desperfectos del centro no se arreglan y ya empieza a haber consecuencias. Este es un ejemplo, pero los padres temen que la próxima vez sea peor. “En cualquier momento te llaman para decirte que la niña se ha abierto la cabeza”, dice Sara, mostrando en el móvil la foto del ojo de su hija, morado tras el impacto contra el suelo. “Estamos hablando de educación y de seguridad, porque es la seguridad de los niños con lo que están jugando”, se queja esta madre, que ha mandado un escrito a la Junta contándole lo sucedido, aunque también dirige sus críticas al Ayuntamiento, “que no pone remedio”.
“No vamos a parar”, dice Mercedes Barba, vocal de la AMPA del CEIP San Juan de Dios. Los padres del centro ya se manifestaron a principios de marzo y lo han vuelto a hacer este martes en vista de que no ha habido avances. El colegio tiene numerosos desperfectos. Más de lo que se cuentan con los dedos de ambas manos. Un patio que se inunda, grietas en las pistas deportivas, un cuarto por el que campan ratas a sus anchas y un gimnasio que hace las veces de comedor, entre otros. No hay novedad y eso es lo que les molesta.
“Estamos en las mismas desde Semana Santa”, dice Barba, que asegura que el Ayuntamiento se comprometió a actuar hace un mes y todavía no ha ido, y que la Junta pretende adaptar definitivamente el gimnasio como comedor. “No aceptamos eso porque nos quedaríamos con una instalación menos”, dice la vocal de la Ampa, que pide también a la Junta la recuperación de la ayuda compensatoria que recibía el centro y por la que tenían un profesor de apoyo. “Lo necesitamos, porque en este colegio tenemos muchas necesidades y muy pocos recursos”, explica Barba, que avisa: “Seguiremos insistiendo, en la prensa salimos una semana sí y otra no, si esto es lo que les duele pues habrá que seguir cortando la Nacional y lo que haga falta”. Una vez más han alzado la voz. A ver quien los escucha.
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