Una visita a la populosa barriada de la mano de Miguel Zarzuela: "Estés más cerca de un partido o de otro siempre hay que estar en la oposición y pelear por tu barrio".

El último mohicano. Así podríamos definir a Miguel Zarzuela, 27 años en la asociación de vecinos de Icovesa, primero como vicepresidente y los últimos 23 al frente de la misma. El histórico y reivindicativo dirigente vecinal nos espera en el lugar de encuentro de los vecinos del barrio, la plaza del Cante Jondo, recientemente reformada. Ahora luce un adoquinado nuevo, máquinas para hacer ejercicios, arbolado y columpios infantiles. “Esto era una reivindicación histórica. Ningún gobierno le metió mano hasta ahora”. Miguel nos espera con barba desaliñada, boina en la cabeza, sudadera deportiva y pantalones de pana beige. Ahora, a sus 65 años, disfruta de sus primeros días de jubilación después de medio siglo cotizando a la Seguridad Social, la gran mayoría entre Rumasa y el Zoo de Jerez como empleado municipal. Qué pocos podremos decir eso en el futuro.

Icovesa, enclavado en el distrito Oeste, aglutina a unos 5.000 vecinos, si bien la asociación vecinal también lo conforman las barriadas San Zoilo, Parque de la Serrana y Santa Ana. Cuando nació en los años 60 atrajo a una población joven, dedicada en su mayoría a las bodegas y a sus industrias relacionadas. Hoy muchos de esos antiguos vecinos ya bordean la jubilación, si no hace años que ya descansan de su merecido retiro. En cuanto a la juventud del barrio, buena parte ha tenido que hacer las maletas o aguarda tiempos mejores para encontrar un trabajo. Aproximadamente un 20 por ciento de la población en edad de trabajar de Icovesa está en paro, apunta su presidente vecinal.

“¡Milagroooos! ¿¡Te gusta cómo ha quedado la plaza?!”. Miguel saluda cariñosamente con un grito a una vecina, que le responde afirmativamente y le lanza un beso. Aquí raro es la persona que no lo conozca. “Mi trato es diario con la gente. El dirigente vecinal tiene que estar con sus vecinos. Estés más cerca de un partido o de otro siempre hay que estar en la oposición y pelear por tu barrio”. El año que viene acaba mandato y ya espera dar un paso al lado para darle su sitio a gente más joven. “Yo siempre estaré para lo que quieran, para aconsejar, pero creo que ya le toca a la juventud”.

Sin movernos de la plaza conocemos a Juan Guzmán, 74 años, jubilado desde hace siete. “La plaza la han dejado preciosa”, le comenta a Miguel. Juan, que llegó al barrio hace más de 40 años, recuerda la Icovesa de entonces mucho más dinámica. “Había mucha juventud, muchos niños, se hacían muchas verbenas y todo el personal de las bodegas y cartonajes se agrupaban en peñas”. Esto no quita para que Icovesa siga siendo una barriada en la que se respira alegría. “Aquí se vive muy bien. Tenemos tiendas de todo tipo, buena comunicación por autobús, el centro al lado, un pulmón verde como es el parque de La Plata, instalaciones deportivas, colegios, polideportivos…”, enumera Miguel Zarzuela.

Abandonamos la plaza para adentrarnos por las calles del barrio. Mientras, seguimos hablando con el dirigente vecinal. Conocemos que en los primeros años 70 perteneció al Socorro Rojo, una organización que captaba dinero para los presos políticos del franquismo, o que también tuvo una estrecha relación con el Hogar del Pensionista durante casi 20 años, labor por la que fue reconocido en el año 93 por la Junta de Andalucía. “Ahora que tendré más tiempo quiero volver para echar una mano”.

Nos cruzamos con Antonio Arjona, otro ilustre vecino de la barriada. Llegó cuando se entregaron los pisos y algunas calles ni siquiera estaban asfaltadas. Hoy afirma que falta limpieza y mayor presencia policial, pero confirma lo bien y lo a gusto que se vive en esta zona de Jerez.

Llegamos a la Asociación Cultural Xerecista, una de las siete peñas que hay en la barriada. Fundada en 1972 en Los Naranjos, se estableció hace 16 años en Icovesa. En el local, como no podía ser menos, destacan los motivos azulinos y ahora en Cuaresma, la cartelería semanasantera. “Parece el Maypa, ¿verdad?, nos dice Paco Contreras, presidente de la asociación que conforman nada menos que 202 socios y al que cogemos en la cocina. La pregunta se hace obligatoria. ¿Club Deportivo o Fútbol Club? “Aquí somos xerecistas, nada más. Está claro que hemos sido siempre del Deportivo, porque era el único que había, pero también somos del nuevo club. Es una pena lo que le ha pasado al antiguo y, con todo el dolor de mi corazón yo creo que habría que dejarlo morir. Lo bueno sería que se juntaran las dos aficiones”.

Paco, que también pertenece a la hermandad del barrio, la de La Redención del vecino colegio Lora Tamayo, destaca también la calidad de vida de esta zona y la buena relación que existe entre sus vecinos. “El puente de Andalucía, entre peñistas y padres del colegio nos fuimos cuatro autobuses al Rocío”.

Seguimos camino. Miguel, además de presidente vecinal, está al frente de la Asociación Deportiva Icovesa desde 1994, que aglutina a más de un centenar de jóvenes. “Junto a luchar por mi barrio lo que más me gusta es trabajar con la juventud”. Se le llena la boca hablando de sus niños, muchos de los cuales ya han crecido y formado una familia, y eso es lo que le llena. Sabe que el deporte, y el fútbol en este caso, ayuda a sacarlos de la calle y de los riesgos que a veces conlleva. Y enumera, orgulloso, algunos de los últimos jugadores que han salido de la cantera del barrio y que ahora militan en las divisiones inferiores de algunos de los mejores equipos de España, caso del cadete Martín Calderón, en el Real Madrid, el infantil del Barça Miguelito o el también infantil Heredia, en las filas del Málaga.

Llegamos a la sede de la asociación de vecinos. Miguel explica que, a diferencia de otras, no es municipal, sino que les pertenece, por lo que tienen que pagar la luz y el agua. En este último caso señala que Aqualia les cobra casi 90 euros cada dos meses ya que le aplican tarifa de local comercial, algo que considera injusto y que viene denunciando desde hace meses a la empresa para que reconsidere su postura. “Aquí venimos dos veces a la semana y el único agua que se gasta es el del servicio. ¿Te crees que podemos pagar eso?”.

La visita al barrio concluye en el mismo punto donde comenzó. Las vecinas toman el sol en la plaza, varios jóvenes salen de la peluquería y Juan Antonio, el propietario de la papelería atiende a su clientela. Miguel, el ‘alcalde’ de Icovesa sigue saludando a conocidos. “Lo que hace falta es que la gente se implique con su barrio, que luche por él”, nos dice a modo de despedida. 

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Jorge Miró

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