El pasado 7 de septiembre, la dirección del Mesón El Rancho, establecimiento ubicado en Jerez, en avenida de Arcos, anunciaba que permanecerían cerrados a la espera de conocer el estado de un trabajador que había tenido contacto con un positivo. Sin estar obligados a ello, decidieron actuar de forma preventiva y clausurar el establecimiento.
Una semana más tarde, el pasado día 14, el propio restaurante comunicaba que, efectivamente, esta persona había dado positivo. Según explicaban, se trata de un caso en el que un trabajador ya no había ido a trabajar la semana previa al no encontrarse bien.
Eso sí, ese caso fue el único, puesto que "hemos tenido la suerte de que no se ha extendido por el resto de la plantilla". En cualquier caso, y a pesar de que el resto de la plantilla había dado negativo, han preferido llevar a cabo un cierre de 14 días.
En ese tiempo, además, "pasaremos a la completa desinfección de nuestro local y herramientas para volver lo antes posible a nuestra actividad".
Por otra parte, desde el restaurante han querido aclarar que "esta persona se encuentra en perfecto estado. No hay por qué preocuparse, es joven y no le ha dado fuerte", indican.
Como en el caso de este establecimiento, otros muchos han decidido echar el cierre de forma preventiva, y sin estar obligados legalmente a ello, para salvaguardar la salud de trabajadores y clientes. En esta ocasión, según indica El Rancho, solo ha sido un caso y no ha habido contagio entre empleados. Muchos de los establecimientos que se han visto afectados han ido reabriendo una vez pasados periodos de espera, pruebas y desinfección, como es el caso de Romerijo, en El Puerto, o de El Campero, en Barbate.
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