entrevista_claudia_24junio_04
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El grupo local de Amnistía Internacional y la organización Ceain se unen para reflexionar y exponer al público lo que significa la huida de los inmigrantes a través del Mediterráneo.

El 18 de abril de este mismo año se produjo una de las peores tragedias que se recuerdan en el Mediterráneo. Una embarcación que iba rumbo a Italia sufrió un accidente al chocar con un carguero, lo que provocó el ahogamiento de aproximadamente 800 personas. Desde Jerez, asociaciones como Amnistía Internacional y Ceain (Centro de Acogida de Inmigrantes), ponen en marcha una campaña local (acto integrado en la campaña SOS Europe de Amnistía que está en marcha desde 2012 a nivel europeo) para frenar futuras muertes acaecidas en el mar Mediterráneo.

"Con intención politica se hace cualquier cosa", reiteraba la principal coordinadora del grupo local de Amnistía Internacional, Cristina Ortega. Su compañera de debate y responsable del Área Jurídica de Ceain, Luana Ventre, acompañaba su discurso anunciando que los jerezanos pueden aportar su granito de arena a esta causa protestando, preocupándose y levantando la voz. Amnistía se encarga de recopilar datos internacionales y firmas que van destinadas a los principales gobernantes de cada país para generar 'ruido'. Buscan que los máximos dirigentes se sensibilicen con lo que ocurre a su alrededor, y en el caso de este tema migratorio, generar políticas internacionales que ayuden a salvaguardar la existencia de personas que salen de sus países por supervivencia. Por parte de CEAIN, trabajan en la integración social del colectivo inmigrante, por lo que esta asociación es un punto de referencia del colectivo extranjero en Jerez.

"Cuando iban en la patera la gente empezaban a tener alucinaciones de que veían tierra y entonces se tiraban del barco."

Con la combinación entre ambas organizaciones se intentó unir fuerzas para debatir puntos en común y transmitir conocimientos a través de testimonios de inmigrantes que han pasado un calvario para poder estar hoy aquí. "Lo que más me impactó de la charla fue uno de ellos que dijo que cuando iban en la patera la gente empezaban a tener alucinaciones de que veían tierra y entonces se tiraban del barco", comenta Cristina Ortega. Bastantes personas tomaron parte en el acto que tuvo lugar el 16 de junio, así lo expuso Luana: "Bastante gente participó, más que nada yo creo que impactó el testimonio de los jóvenes que participaron en la mesa. Porque verlo en la tele, alguien que te diga que se ha ahogado su amigo... Es diferente a que alguien esté contándotelo y te comente lo mal que lo ha pasado".

El carácter humano de la ponencia fue esencial para transformar un tema lejano -en cuanto a culturas y políticas- en algo cercano para el pueblo jerezano. Ambas resaltaron la naturaleza mundial que tenía el problema migratorio. Afirmaban que hoy en día todo está globalizado, y que el Mediterráneo no es el único punto crítico donde se originan fallecimientos, un ejemplo claro es la frontera de México. Luana Ventre destacó las palabras que se encuentran recogidas en la carta de derechos: "Cualquier persona tendría que tener derecho a poder moverse por el mundo. Esa es la idea, que cada uno pueda ir donde quisiera ir, ser libre de verdad; mientras en este mundo hay gente que es libre porque ha nacido en un país económicamente rico y otra gente que no es libre. Cada uno tendría que ser libre y poder moverse libremente por el mundo, no tener esta frontera económica".

Se dan muchos casos en los que los familiares de los inmigrantes desconocen el paradero de la persona que intentó cruzar el mar. A veces las familias consideran al Ceain un referente a la hora de saber si determinadas personas han llegado a tierra. Los familiares están desinformados de si por ejemplo, su padre o hijo está vivo o no. No obstante, un bajo porcentaje de inmigrantes llega a través del mar, la gran mayoría llega por avión, y una minoría por debajo de los camiones. Generalmente proceden de Latinoamérica, Eritrea, Senegal y el Sahara. Algunos son menores de edad y aquellos que van por mar no solo echan su suerte a las mareas del Mediterráneo y el Estrecho, sino que también sufren bastante para alcanzar esta frontera. "El viaje para llegar al Mediterráneo provoca un gasto económico, que puede valer unos 3.000-4.000 euros –solo llegar hasta la frontera– y dependiendo del país de donde uno salga. Muchas veces los jóvenes fallecen porque tienen que cruzar el desierto, o a lo mejor se quedan en una ciudad sin dinero y no pueden salir de allí". En el caso de las mujeres son maltratadas y violadas, por ello el número de mujeres en acogida es mucho más inferior al número de hombres.

La conclusión que sacaron de la jornada No más muertes en el Mediterráneo fue tajante: "Es un problema de todos, no es un problema solo del inmigrante, o del país donde llega el inmigrante. Se centró la atención sobre todo acerca de lo que ocurre en Europa, porque evidentemente sabemos que los inmigrantes llegan a los países del sur de Europa," declara Luana Ventre. Desde Europa hay un rechazo general a la integración y a la responsabilidad de los inmigrantes que llegan a través de Grecia, Italia y España. Piensan que es un problema exclusivo de los países del sur y que ellos mismo se deben encargar del destino de los refugiados. Los demás países europeos se lavan las manos aferrándose al Pacto de Dublín (cada inmigrante debe pedir asilo en el país donde llega) y delegan dichas cuestiones a las naciones fronterizas al continente africano. Por ello, la atención se puso en que era necesario que toda Europa se concienciara que si llega una patera a España, será un problema de Europa colocar a los inmigrantes en diferentes sitios. En estos momentos la Comisión Europea se plantea repartir 40.000 refugiados que están solicitando asilo de aquí al año que viene. Puede parecer una cifra bastante alta. No obstante, ACNUR recomienda que esta cifra alcance los 380.000 refugiados. "Y solo refugiados que vienen de Siria, es decir, que las cifras si nos ponemos a comparar son bastante pobres", manifiesta Cristina Ortega. Ambas lideresas abogan por una política europea más activa y más solidaria.

"Es un problema de todos, no es un problema solo del inmigrante, o del país donde llega el inmigrante."

'Conciencia', 'información', 'voz', 'protesta', 'solidaridad'... estas son las palabras claves que buscan transmitir Ceain y Amnistía Internacional. Una llamada de atención tanto para el ciudadano como para las grandes figuras políticas. Amnistía Internacional señala que el año pasado 17 personas murieron ahogadas desde Enero a Abril. Este año, en los primeros cuatro meses, fallecieron 1.700 personas. Desde lavozdelsur.es buscamos informar sobre un tema crítico que abarca cultura, sociedad, economía y políticas. Pero que en el fondo se trata de vida. Amnistía Internacional modifica esta situación con este spot, el cual exige ponerse en la piel de los refugiados. 

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Claudia González Romero

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