Los fuertes disturbios que se registraron en la tarde-noche del pasado martes en la barriada jerezana de Federico Mayo, conocida popularmente como El Chicle, se originaron tras la inspección por Policía Nacional y Policía Local de un taller mecánico clandestino en el que se investiga, según ha podido saber lavozdelsur.es a través de fuentes policiales, si en su interior se almacenaban motos robadas. "Se está mirando si hay alguna robada, el tema es que se les llamó la atencion y reaccionaron muy agresivos, incluso con palos", han asegurado estas mismas fuentes.
En declaraciones a Canal Sur, Jose Pacheco, subdelegado del gobierno en Cádiz, dice que "al principio han sido dos hechos aislados, uno la semana pasada —por los altercados en San Juan de Dios— y otro ahora. La gente está cansada tras catorce días cerrado, afectando mucho a la economía de las personas y todo eso se suma que al final la gente salte más de la cuenta".
En los disturbios de la zona de Federico Mayo conocida como El Pandero, la Policía, que mantuvo durante toda la jornada de este pasado miércoles un dispositivo de prevención, ha identificado a 23 personas, controlado 52 vehículos y levantado cuatro actas de sanción por incumplir las medidas contra el covid, además de los dos detenidos, uno de ellos menor, por atentado a agente de la autoridad.
"Hay gente buena en El Chicle... y con esa gente precisamente es con la que máss hay que estar porque sino las alimañas se las comen; que quede muy claro que nosotros no criminalizamos ningun barrio ni ninguna zona, sino que hay gente violenta que no entiende de mínimas normas de convivencia y respeto", han insistido las mismas fuentes policiales tras otro episodio de violencia que ha avergonzado a la ciudad.
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