Consejo Regulador: mucho más que la presidencia

La elección de los vocales que conforman el pleno es el penúltimo paso para la renovación de la institución, que encara ahora la elección de un presidente que tendrá una agenda marcada por la crisis de la pandemia

La sede del Consejo Regulador, en una imagen retrospectiva.
La sede del Consejo Regulador, en una imagen retrospectiva.

El nuevo pleno del Consejo Regulador se constituirá próximamente –está previsto que sea el 6 de octubre- sin necesidad de que se hayan tenido que celebrar de manera efectiva las elecciones. Como los votos se comprometen en función de la representatividad de las distintas organizaciones sectoriales, si no hay ninguna vocalía en abierta disputa no hay necesidad de poner las urnas y votar físicamente. Vamos, que estaba todo el pescado vendido.

No vamos a entrar en grandes detalles de los censos y las distintas vocalías, algo sin duda enrevesado para un lector generalista. Básicamente, la representatividad queda como sigue: cooperativas 6+1 (vocal de la bodega de vinagre, un aliado); viticultores independientes 5, todos de Asevi-Asaja; Fedejerez 5; bodegas por la Manzanilla de Sanlúcar 2, y Estévez, que como se recordará abandonó Fedejerez hace escasamente unos días, otro vocal. Con esta correlación de fuerzas el pacto para la presidencia es inevitable, con distintas posibilidades entre cooperativas, Asevi-Asaja y Fedejerez. ¿Qué cuál es la situación actual? Pues es muy socorrido recurrir al ejemplo del póker, con todas las partes esperando a ver quién es el primero que parpadea. Lo normal, lo habitual, es que este tipo de decisiones las promueva Fedejerez –lo que no significa que forzosamente las gane: ahí queda para la eternidad lo que ocurrió en 2010, cuando Antonio Fernández se impuso por un voto a Evaristo Babé, el candidato de las bodegas, en lo que el gran escritor Stefan Zweig definiría, sin duda, como un momento estelar de la humanidad- y cierre acuerdos con otras organizaciones si lo necesita. Pero esta vez no está tan claro. Hay que tener en cuenta que con cinco vocales, la capacidad de maniobra de la patronal bodeguera queda seriamente comprometida.

En cuanto a los posibles candidatos, hay que decir que se han puesto sobre la mesa, tres (o cuatro, según se mire). No vamos a dar nombres y apellidos porque propiamente no se trata de candidatos: nadie confirmaría que es candidato si no tiene al menos opciones serias de ganar, otra cosa es que equis organización sectorial haya hablado con él y cuente con su beneplácito llegado el caso. Lo que sí podemos dar es un perfil de esos tres (o cuatro, según se mire, insistimos) nombres, una especie de acertijo que no deja de ser entretenido para el lector o lectora que esté un poco puesto en los avatares del sector. Fedejerez cuenta con rescatar a un antiguo directivo del sector; las cooperativas están a la espera de la decisión que tome uno de los suyos, aunque su voto puede que no sea uniforme; por último cabe la posibilidad de que ese puesto, en una jugada a varias bandas, sea para un técnico con prestigio en el sector recientemente jubilado.

¿Y el cuarto, se estará preguntando el lector avezado? Pues el cuarto sería un directivo del sector en activo, una solución de compromiso poco deseada por todas las partes y que se activaría únicamente si no son capaces de ponerse de acuerdo. En función de que los vocales se pronuncien por una u otra posibilidad, las atribuciones que tendría ese presidente variarían. Hay bodegas de Fedejerez que quieren que el puesto siguiera tal y como ha sido en los últimos años con Beltrán Domecq, es decir, una presidencia con funciones de corte más representativo que ejecutivo, aunque ese perfil no se adecúa forzosamente al resto de candidaturas y, por supuesto, de llegarse a tener que contar con el cuarto hombre ese puesto sería sin duda de carácter ejecutivo. En general, digamos, que hay una opinión mayoritaria entre las bodegas de Fedejerez de tener mayor control sobre el mando de la institución, sea la presidencia o su dirección…

Pero al final hay que ver el para qué, para qué ser presidente del Consejo Regulador de las D.O. Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y Vinagre de Jerez más allá del prestigio personal y profesional, que por supuesto. En una entrega anterior, este cronista comentaba que sería bueno que, por una vez, hubiera algo parecido a una campaña y no un simple compromiso de voto entre organizaciones, es decir, que ante la difícil situación por la que atraviesa el sector, muy afectado en las ventas por la incidencia de la Covid-19 se explicaran propuestas y medidas… se acudiera, en definitiva, con algo parecido a un programa electoral, ya que el nuevo pleno y el presidente que elija tendrán sobre la mesa un horizonte bastante complicado, con distintas cuestiones que llevan años enquistadas en la agenda sectorial –fino de Sanlúcar, graneles, ampliación de la zona de crianza, nuevos jereces, entre otros- así como la gestión de la crisis que ha traído la pandemia, sobre todo este asunto.

A falta de una organización interprofesional como la que hay en otras D.O., al final todos estos temas pasan por el pleno del Consejo, a veces con unas competencias mermadas o incluso cuestionables para tomar decisiones al respecto de los mismos. Nadie duda de que la gravedad de la situación forzará que se alcancen acuerdos, lo que está por ver –y volvemos a la terminología usada anteriormente en estas páginas- es si dichos acuerdos serán meramente coyunturales o buscarán ir a la raíz de los problemas, propugnando cambios que abiertamente hemos calificado aquí como estructurales. Caídas de ventas, rentabilidad del viñedo por los suelos… este panorama forzosamente tiene que ser objeto de debate cuando las distintas organizaciones alcancen acuerdos para sumar los votos que permitan la elección un presidente, una elección que no puede ser solo 5+6=11: mayoría absoluta.

En este sentido, la salida de Estévez de Fedejerez es significativa ya que esta bodega propugna desde hace años el protagonismo de la uva -100% Jerez en cada botella de vino de Jerez y evolución en ese sentido del Brandy de Jerez- para crear riqueza y reforzar el prestigio del sector. Ahora ha sido Williams & Humbert quien ha dado otro paso en ese sentido al anunciar que premiará distintos parámetros de la uva (calidad, procedencia, grado, entre otros) en el precio final que pague al viticultor… son pasos distintos pero en una misma dirección. Despacio, pero el Marco de Jerez se mueve… No obstante, uno de sus principales dirigentes, Evaristo Babé, ya anunció en 2017 que en el plazo de diez años al Marco de Jerez no lo conocerá ni… no, no fue así, Babé se plantó en anunciar “una década de cambios vertiginosos que requieren otra mentalidad”. Vamos engrasando.

 

Sobre el autor:

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

Carlos Piedras

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador y colaborador habitual de lavozdelsur.es. Últimamente he publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

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