El Comedor Social de El Salvador, en Jerez, hace un llamamiento para surtir sus despensas de productos básicos que en estos momentos necesitan para atender a las personas que cada día acuden a la institución, una cifra que ha crecido en los últimos meses.
Alrededor de un centenar acuden diariamente al comedor, además de 30 familias con niños a las que las Hijas de la Caridad cubren en sus necesidades más importantes.
Sor Dolores María, superiora de la Orden en la ciudad, subraya a lavozdelsur.es que "las necesidades del comedor y las necesidades del usuario van cambiando y además se están incrementando". Esos productos que demandan son de primera necesidad como es leche, embutidos, atún, cacao, aceite, galletas… "y los potitos para los niños, porque tenemos también un programa para 30 familias que todos los meses le damos también productos que necesitan los niños pequeños como potitos o pañales". De lo que sí tienen suficiente, por ahora, son legumbres y pasta.
"Los ciudadanos de Jerez están respondiendo; me estoy quedando alucinada porque la verdad es que esta ciudad es muy solidaria y en cuanto le hacemos un llamamiento desde el comedor del Salvador, enseguida responden", señala sor Dolores, que pone como ejemplo que en una mañana ha llegado a recibir diez donaciones, "cada uno dentro de sus posibilidades".
Las familias que atienden son también usuarias de la guardería que sostiene las religiosas: "Están en un programa donde se le dan todos los meses productos en crudo y los cocinan en casa".
A día de hoy son un centenar las personas que pasan por el comedor o recogen un bolsa que les preparan con la comida. Los fines de semana aumenta a 120.
Sor Dolores lleva un año al frente de las Hijas de la Caridad en Jerez. Antes, en la misma Orden, trabajaba en protección de menores. En este año y pico, la experiencia "es alucinante. Disfruté viendo a gente que tan solidaria, no solamente los que venían diariamente a la casa a dejar su bolsa con lo que pudiera, sino también por parte de colectivos como las hermandades y asociaciones de todo tipo. Es alucinante", recalca.
Cada día entre 5 o 6 voluntarios ayudan en la labor diaria de cocina y preparación del comedor así como en el servicio y reparto de comida. "Estoy muy satisfecha de la labor que se está haciendo en esa casa, porque las hermanas anteriores a mí han luchado y han trabajado siempre". Ahora las religiosas no viven en la casa de la calle Juana de Dios Lacoste, lo hacen en una vivienda situada en Picadueñas. El motivo es la edad de las monjas y solo la superiora acude cada día a El Salvador.
Son siete las personas contratadas en el comedor además de 12 profesoras para la guardería. ¿Cómo sostienen este gasto en nóminas? Sor Dolores explica que "tenemos subvenciones del ayuntamiento con las que podemos atender los gastos del personal. También del IRPF, de la Junta de Andalucía… no son para tirar cohetes, pero vamos dando respuesta".
Y ahora la Navidad está cerca. La superiora aprovecha para pedir a solidaridad de los donantes para "que nos trajeran alguna cosita navideña como mantecados, turrones… que por lo menos los usuarios también pudieran degustar en el comedor".
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