La fuerte lluvia de la Feria de Jerez ha dejado momentos de tensión en muchas casetas y en los cacharritos. Porque la tromba ha llegado de un momento a otro. De apenas no llover a chispear apenas un minuto y descargar con fuerza.
Ya lo venía haciendo un rato antes en la Sierra, en la Junta de los Ríos, según ha podido comprobar lavozdelsur.es. Y el cielo, del sol del inicio de la tarde, se marchó bajo una grandísima nube negra. De esas veces que parece que de repente empieza a anochecer, un cielo apagado, oscuro, sin un rayo de sol y con nubes que completamente tapan el cielo, que se vuelve negro.
Pero más allá de las sensaciones, ya hay cifras de lo que ha llovido. Según las que tiene el Ayuntamiento, han caído en 12 litros en 13 minutos. Esto significa que la intensidad es la propia de una lluvia de 55,4 litros por metro cuadrado en cada hora.
Y estas son cifras propias de inundaciones. Es lo que ha ocurrido en muchos puntos de Jerez. Y es que son las cifras también de las pasadas danas que azotaron a la ciudad entre el final del invierno y el comienzo de la primavera.
Por ejemplo, la lluvia más intensa, aquella que inundó el Circuito de Jerez como si hubiera nevado a cuenta del granizo, dejaba una cifra de 75 litros por metro cuadrado y hora.
No ha llegado a eso, pero es que aquello fue un récord de esos que se dan apenas dos veces en un siglo. Aquel día hubo que remontarse a los años cincuenta para encontrar una cifra mayor.
Por eso, lo mejor que ha tenido esta intensa tormenta ha sido que ha durado muy poco.
La Aemet tiene otras cifras. Son las de 7,5 litros por metro cuadrado registrados a las cinco de la tarde en el aeropuerto de Jerez, y otros 3,7 litros desde las 18 horas.
Para esas seis de la tarde, ya apenas llovía en la Feria de Jerez, por lo que son cifras iniciales a poner en cuarentena.
De hecho, el meteorólogo jerezano Juan Antonio Salado sitúa las cifras de lluvias en 16 litros por metro cuadrado. El ex de la Aemet señalaba que el Hontoria se ha convertido "en una piscina". Y deja también claro: la Aemet acertó las previsiones que dio. Aunque sus propios balances posteriores sitúan la lluvia en algo menos.










