Candela Diosdado empezó a montar a caballo desde muy pequeña. Como su abuelo, su padre, su tío... Es de una familia en la que los caballos están muy presentes. Desde hace un tiempo, vive en el campo, rodeado de ellos, y los monta casi a diario. Rara vez se salta esta especie de ritual, que la acompaña en su día a día.
Por eso, cuando una amiga de la familia le prometió que le iba a prestar su ropa de amazona goyesca para que montara a caballo por la Feria de Jerez, no se lo pensó. Este domingo debutó por el Real del González Hontoria. El fin de semana, volverá a repetir.
A Candela, de 23 años, la acompaña su hermano, que trabaja con un enganche, y es quien la ayuda a montar. Porque la joven nació con un quiste en la región de la hipófisis del cerebro, lo que le limita ciertos movimientos. Él la guía, ella se limita a disfrutar.
"Lo vive todo con mucha intensidad", confirma su madre, Sonia Troncoso, en conversación con lavozdelsur.es. A Candela le gustan "todas las fiestas", de la Feria, a la Semana Santa o El Rocío. No se pierde ninguna, y en todas es muy conocida.
"Es muy sociable, muy cariñosa, no tiene nada suyo, lo canta todo, lo baila todo...", así la describe su madre, quien dice de ella que "lo vive todo como si fuera la primera vez". "Ojalá todo el mundo viviera las cosas como las vive ella", apunta.
"Conoce a más gente que nosotros"
Candela Diosdado, protagonista de una de las imágenes de la galería gráfica de Feria de Jerez en lavozdelsur.es, se estrena como amazonas goyesca, ayudada por su hermano.
Después de la experiencia, volvió a casa "loca de contenta". "Decía que todo el mundo le había hecho fotos, que se había encontrado a mucha gente...", cuenta su madre.
"Ella conoce a más gente que nosotros", confirma Sonia, quien asegura que tiene "memoria fotográfica". Aunque aún quedan unos días, ya está preparando todo lo necesario para volver a montar el sábado. Tiene las botas engrasadas, la montura lista...
"Empezó a montar desde muy pequeña, en la familia siempre hemos montado todos"
"Empezó a montar desde muy pequeña, en la familia siempre hemos montado todos. Y ahora vivimos en el campo y tenemos caballos, ella los cuida", cuenta Sonia Troncoso, madre de Candela.
En el campo, la enseñaron a montar. Y también se encarga de dar comer a los animales, de bañarlos... "Ella alucina con los animales, le encantan", dice su madre.
Más de dos años para el diagnóstico
Pasados los dos años de vida, Sonia vio que algo no iba bien en Candela. Le costaba agarrar objetos con las manos y tenía comportamientos distintos a otros niños de su edad.
Los médicos, al principio, les decían que era normal, que siempre había pequeños que desarrollaban más tarde según qué habilidades. Pero su madre veía que Candela no coordinaba bien los movimientos.
"Era muy tranquila, no tenía el mismo desarrollo", señala Sonia. Tuvieron que esperar varios años hasta tener el diagnóstico. El quiste cerebral le limita su movilidad, pero no sus ganas de disfrutar. En pocos días volverá a cabalgar por la Feria de Jerez.


