
La increíble historia de Candela Diosdado
Es curioso, se me acerca una chica preguntándome si tengo una web y si por eso estoy haciendo fotos. Me cuenta que su hermana, Candela Diosdado, es la primera vez que sale vestida y montada a caballo. Candela, de 23 años, monta desde pequeña, pero nunca se había atrevido a hacerlo en la Feria. Ella padece una discapacidad de retraso madurativo, lo que le dificulta el control de la movilidad. Sin embargo, este año ha decidido salir de rondeña, acompañada de su hermano, quien la cuida y la acompaña a todos lados para garantizar su seguridad.

El paseo de caballos
El Paseo de las Palmeras se ha llenado de personas montadas en sus caballos, disfrutando de un primer domingo de Feria con mucho sol y algo de viento.

El autobús a la Feria
Salimos de casa y nos dirigimos hasta la plaza Esteve, el autobús de las 13.00 horas salía casi puntual, rebosando de gente venida de los múltiples hoteles y apartamentos turísticos de la zona del centro. Comenzaba el primer día de la Feria de Jerez. Los autobuses van 'vestidos' homenajeando a la comunidad gitana, de cuya llegada a la Península se cumplen 600 años.

El venenciador
Al llegar, en la portada de la Avenida, me encuentro con Jesús Rubiales, venenciando. Está en la puerta principal de la Feria recibiendo así a los visitantes con un vasito de fino de Jerez, haciéndose fotos con todo aquel que se lo pide y luciendo un fajín con el emblema Jerez Capital Europea de la Cultura 2031.

El polvo del albero
El polvo de albero ha sido el protagonista durante todo el día. Bañaba el ambiente en una nube que hacía que las fotos tomaran un aspecto diferente.

La Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre
Caballistas de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre paseando por la Feria, luciendo unos hermosos ejemplares de pura raza.

Miguel Valencia
Miguel Valencia, de 47 años y natural de Sanlúcar, lleva vinculado al mundo de los caballos en la Feria de Jerez desde los 17 años. A lo largo de las décadas, ha sido testigo de una notable transformación en el evento. Según su experiencia, hoy en día se perciben más lujos y un ambiente con mayor glamour, una diferencia palpable en comparación con ediciones de antaño. En cuanto a la afluencia, destaca que el domingo se concentra una mayor multitud, mientras que el lunes y el martes suelen ser días más tranquilos, para repuntar nuevamente a partir del miércoles.

Buenos amigos
La Feria siempre se presenta como el lugar ideal para reencontrarse con buenos amigos, compartir una conversación y disfrutar, aunque sea por un breve momento, de su compañía.

Como en familia
Es poco común no entrar en alguna caseta para disfrutar de una jarra de rebujito (vino fino mezclado con refresco de lima-limón, hielo y hierbabuena) y no encontrarse con algún miembro de la familia, saboreando una buena comida y compartiendo un agradable rato.

Maricarmen, Antonio y Tina
No sé si es por los rebujitos, el dolor de cabeza que llevo, el viento o la alergia, pero a lo lejos me llama la atención una estampa poco habitual: dos personas paseando con su perrita por la Feria. Lo más curioso es que Tina, así se llama la perrita, va vestida de flamenca, acompañada de sus dueños, Maricarmen y Antonio.

La flamenca Tina, con mucho arte
Este es un retrato de Tina. Sus dueños llevan ya dos años vistiéndola de flamenca y paseándola por el Real.

Miguel y José María
Paseando por el Real, es raro no encontrarse con alguien, aunque casi siempre es uno quien te ve primero. En esta ocasión, José María Sánchez Bazán y Miguel González Mata me saludan al grito de "¡Hey! ¡El fotógrafo de La Voz del Sur!". Ambos son trabajadores del Ayuntamiento y su labor consiste en revisar todas las casetas de la Feria de Jerez para asegurarse de que todo transcurra correctamente y que se cumple la renovada ordenanza reguladora de la mayor fiesta del año en la ciudad.

José Romero
José Romero, con 40 años de experiencia en la elaboración y venta de almendras tostadas en ferias, lleva 15 años participando en la Feria de Jerez. Destaca que esta feria ofrece un ambiente muy agradable, lo que le permite disfrutar de una experiencia cómoda y provechosa.

La hora crítica
Llega el momento de dar vueltas y paseos, y en la Feria parece que todos eligen el mismo instante. Mientras comienzan las actuaciones en las casetas, el público asistente recorre el Real, haciendo fotos para luego lucirlas en sus redes sociales.

Una jinete hablando por el móvil, en la Feria de Jerez.
Siempre es un buen momento para tomar un refrigerio; el día está muy caluroso y, de vez en cuando, es necesario parar a la sombra para reponer líquidos y, de paso, revisar el móvil. Sin embargo, en esta Feria, el tema de la cobertura está siendo un auténtico problema. Un calvario.

El Canijo, en directo
Estas son las cosas que solo pasan en la Feria de Jerez. Vas caminando, buscando la caseta del periódico, y de repente, desde la caseta de enfrente, escuchas una voz familiar. Me acerco y, a lo lejos, veo al Canijo de Jerez, en lo alto del escenario, cantando y disfrutando de la Feria como uno más, pero sin dejar de ser, por supuesto, El Canijo de Jerez.

La increíble historia de Candela Diosdado
Es curioso, se me acerca una chica preguntándome si tengo una web y si por eso estoy haciendo fotos. Me cuenta que su hermana, Candela Diosdado, es la primera vez que sale vestida y montada a caballo. Candela, de 23 años, monta desde pequeña, pero nunca se había atrevido a hacerlo en la Feria. Ella padece una discapacidad de retraso madurativo, lo que le dificulta el control de la movilidad. Sin embargo, este año ha decidido salir de rondeña, acompañada de su hermano, quien la cuida y la acompaña a todos lados para garantizar su seguridad.

El paseo de caballos
El Paseo de las Palmeras se ha llenado de personas montadas en sus caballos, disfrutando de un primer domingo de Feria con mucho sol y algo de viento.

El autobús a la Feria
Salimos de casa y nos dirigimos hasta la plaza Esteve, el autobús de las 13.00 horas salía casi puntual, rebosando de gente venida de los múltiples hoteles y apartamentos turísticos de la zona del centro. Comenzaba el primer día de la Feria de Jerez. Los autobuses van 'vestidos' homenajeando a la comunidad gitana, de cuya llegada a la Península se cumplen 600 años.

El venenciador
Al llegar, en la portada de la Avenida, me encuentro con Jesús Rubiales, venenciando. Está en la puerta principal de la Feria recibiendo así a los visitantes con un vasito de fino de Jerez, haciéndose fotos con todo aquel que se lo pide y luciendo un fajín con el emblema Jerez Capital Europea de la Cultura 2031.

El polvo del albero
El polvo de albero ha sido el protagonista durante todo el día. Bañaba el ambiente en una nube que hacía que las fotos tomaran un aspecto diferente.

La Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre
Caballistas de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre paseando por la Feria, luciendo unos hermosos ejemplares de pura raza.

Miguel Valencia
Miguel Valencia, de 47 años y natural de Sanlúcar, lleva vinculado al mundo de los caballos en la Feria de Jerez desde los 17 años. A lo largo de las décadas, ha sido testigo de una notable transformación en el evento. Según su experiencia, hoy en día se perciben más lujos y un ambiente con mayor glamour, una diferencia palpable en comparación con ediciones de antaño. En cuanto a la afluencia, destaca que el domingo se concentra una mayor multitud, mientras que el lunes y el martes suelen ser días más tranquilos, para repuntar nuevamente a partir del miércoles.

Buenos amigos
La Feria siempre se presenta como el lugar ideal para reencontrarse con buenos amigos, compartir una conversación y disfrutar, aunque sea por un breve momento, de su compañía.

Como en familia
Es poco común no entrar en alguna caseta para disfrutar de una jarra de rebujito (vino fino mezclado con refresco de lima-limón, hielo y hierbabuena) y no encontrarse con algún miembro de la familia, saboreando una buena comida y compartiendo un agradable rato.

Maricarmen, Antonio y Tina
No sé si es por los rebujitos, el dolor de cabeza que llevo, el viento o la alergia, pero a lo lejos me llama la atención una estampa poco habitual: dos personas paseando con su perrita por la Feria. Lo más curioso es que Tina, así se llama la perrita, va vestida de flamenca, acompañada de sus dueños, Maricarmen y Antonio.

La flamenca Tina, con mucho arte
Este es un retrato de Tina. Sus dueños llevan ya dos años vistiéndola de flamenca y paseándola por el Real.

Miguel y José María
Paseando por el Real, es raro no encontrarse con alguien, aunque casi siempre es uno quien te ve primero. En esta ocasión, José María Sánchez Bazán y Miguel González Mata me saludan al grito de "¡Hey! ¡El fotógrafo de La Voz del Sur!". Ambos son trabajadores del Ayuntamiento y su labor consiste en revisar todas las casetas de la Feria de Jerez para asegurarse de que todo transcurra correctamente y que se cumple la renovada ordenanza reguladora de la mayor fiesta del año en la ciudad.

José Romero
José Romero, con 40 años de experiencia en la elaboración y venta de almendras tostadas en ferias, lleva 15 años participando en la Feria de Jerez. Destaca que esta feria ofrece un ambiente muy agradable, lo que le permite disfrutar de una experiencia cómoda y provechosa.

La hora crítica
Llega el momento de dar vueltas y paseos, y en la Feria parece que todos eligen el mismo instante. Mientras comienzan las actuaciones en las casetas, el público asistente recorre el Real, haciendo fotos para luego lucirlas en sus redes sociales.

Una jinete hablando por el móvil, en la Feria de Jerez.
Siempre es un buen momento para tomar un refrigerio; el día está muy caluroso y, de vez en cuando, es necesario parar a la sombra para reponer líquidos y, de paso, revisar el móvil. Sin embargo, en esta Feria, el tema de la cobertura está siendo un auténtico problema. Un calvario.

El Canijo, en directo
Estas son las cosas que solo pasan en la Feria de Jerez. Vas caminando, buscando la caseta del periódico, y de repente, desde la caseta de enfrente, escuchas una voz familiar. Me acerco y, a lo lejos, veo al Canijo de Jerez, en lo alto del escenario, cantando y disfrutando de la Feria como uno más, pero sin dejar de ser, por supuesto, El Canijo de Jerez.