El expresidente José María Aznar y su esposa Ana Botella, la infanta Elena, el piloto Carlos Sainz y otros notables, pero menos mediáticos, se alojaron en un hotel de lujo del centro de Jerez por ser invitados a la boda del segundo hijo de Borja Prado, presidente de Mediaset, desposorios que tuvieron lugar en Medina Sidonia a las seis de la tarde de este sábado.
La presencia del famoseo invitó a acercarse a algunas decenas de personas a la plaza Rafael Rivero para verlos de cerca conforme salían del hotel. Entre la ‘afición’ al mundo rosa, que se agolpaba a la puerta del establecimiento hotelero, se hablaba de dos bodas de campanillas, la del hijo del presidente de Mediaset y también la del vástago de Alberto Cortina.
Sobre esta última sólo rumores y nada cierto. La única contrastada, que sí ha tenido lugar, es la de Javier Prado, el mediano de los tres hijos del que fue presidente de Endesa, cuyos invitados fueron trasladados a Medina Sidonia para el acto religioso y celebrarlo después en la gran finca que tiene Prado en la zona, El Toñanejo.
A las seis de la tarde fue la ceremonia religiosa. Según se informa en la prensa del corazón, asisten 800 invitados, entre los que destacan personalidades de la empresa, de la política nacional e internacional y de la alta sociedad madrileña y jerezana.
Todo eso quedó a 40 kilómetros de Jerez. Pero antes, el paseíllo de famosos dejó ver al piloto Sainz, a la infanta Elena y algunos más, menos conocidos pero con aspectos de ser muy distinguidos, que eligieron este hotel para la ocasión. Pese a la fama de arisco que le precede, el más cordial con el público fue Aznar, que se dejó querer e incluso se hizo selfies con un joven que andaba por allí. Todo bajo la atenta mirada de agentes de la Policía Nacional que durante todo el día se apostaron en la puerta del establecimiento.
El expresidente, en un lujoso Mercedes negro y con su escolta, salió contramano de la circulación desde Rivero a Cristina. Varias furgonetas negras con cristales tintados, con la marca del hotel, para trasladar a los invitados, aguardaban en la calle Porvera. Todo este jaleo provocó la alteración del tráfico en esta vía y que más gente se acercara, curiosa por el show que se montó.


