Luis M. Cobos, arqueólogo jerezano, da un paso hacia una nueva aventura literaria con la publicación de El aire que nos lleva, un libro de relatos que propone una lectura serena, profunda y llena de emociones. Aunque el título es el mismo de uno de los relatos, bien podría nombrar cualquiera de ellos, porque este conjunto de ocho historias forma un todo donde el viento —el aire— lleva a sus personajes por distintas sendas de la vida cotidiana.
Cobos nos invita a recorrer un paisaje variado, poblado de mujeres y hombres —escritores, músicos, periodistas, médicos, madres, artistas— que navegan por escenarios culturales, naturales y urbanos, así como por sus rincones íntimos y emocionales. “El aire los va llevando a veces con suavidad, otras bruscamente dependiendo de cómo sople el viento”, explica el autor. “Son relatos de temas universales, las ausencias, el amor, la esperanza, los recuerdos, el desencanto… una senda hacia el interior de los sentimientos con vistas hacia el pasado para reconciliarse con el presente”.
Aunque Cobos es un arqueólogo de formación y carrera, con numerosos artículos científicos y técnicos a sus espaldas —“yo soy arqueólogo y he escrito artículos científicos y técnicos muchísimo durante mi carrera profesional que sigo ejerciendo” —decidió aventurarse en la escritura de relatos como un hobby: “Lo escribo en mi tiempo libre, lo hacía como un hobby… los escribía para mi familia, se los entregaba a algunos amigos, y me dijeron: ‘oye, mira, pues me gustan tus relatos’. Entonces me aventuré a presentarlo en una editorial”.
El libro, según cuenta, “no es una novela, son ocho relatos que le hemos puesto el título El aire que nos lleva, que es el título de uno de los relatos, pero podría ser el título de cualquiera de ellos”. No hay una relación aparente entre las historias, pero sí un hilo conductor: “En todos los relatos hay personas que cuidan a otras, que es un poco el hilo conductor. Y ese aire que nos lleva, pues nos lleva, depende si es un aire con suavidad, nos lleva de una manera tranquila y serena, y a veces nos lleva bruscamente”.
El autor admite que la inspiración nace en lugares reales, aunque con personajes de ficción: “Son relatos de personajes ficticios, pero los paisajes podemos reconocer algunos, como en la Ribera del Guadalete, que sale en uno de ellos… Me he sentido influenciado por los paseos que realizo por allí”.
Además, la mezcla de tiempos y espacios da riqueza a las historias: “Hay relatos ambientados en los años 70, en la época del covid, en los años 40 y 50… Algunos suceden en Florencia, otros en Madrid o en el Metro de Madrid. Y todos tienen su banda sonora, algunas canciones o melodías que acompañan la emoción de los personajes”. Para las presentaciones, su hermano Jesús Cobos cantará algunas de estas canciones para acercar el universo del libro al público.
El vínculo con su profesión como arqueólogo no desaparece en la literatura: “Hay dos relatos que no son autobiográficos, pero sí conscientes de mi experiencia: uno se llama ‘El descubrimiento’, que está ambientado en Zahara y mezcla el placer del hallazgo arqueológico con el enamoramiento. Otro se desarrolla en Bolonia, en los años 70, con la excavación francesa de fondo”.
Preguntado por cómo ha compatibilizado la arqueología con la escritura, Luis responde: “Es una actividad que realizo en mi tiempo libre, y siento placer en hacerlo. Ahora mismo estoy trabajando en Extremadura en una excavación de una villa romana y en la publicación de otro libro científico. Pero esto es algo paralelo que me llena de otra manera”.
Muchas historias por descubrir
El aire que nos lleva será presentado en varias localidades en junio, con ventas en plataformas y librerías. Cobos confía en que el lector encuentre en sus relatos “cosas que nos ocurren a todos, como Almudena Grandes decía, libros que hablan de nosotros mismos y con los que uno se puede sentir identificado”.
Finalmente, Luis comenta que en Jerez quedan muchas historias por descubrir, especialmente arqueológicas: “Aquí hay muchas cosas todavía por descubrir, como los molinos de La Corta. Hemos hecho un gran trabajo, y aunque el agua cubría algunas estructuras, quedó protegido para no dañarlas. Espero que se complete la investigación y se ponga en valor todo lo que hay debajo. Jerez debería recuperar y mostrar su patrimonio, que forma parte de su identidad cultural, más aún ahora que se propone como ciudad de la cultura”.
Con El aire que nos lleva, Luis M. Cobos ofrece un viaje interior desde la arqueología con historias para leer despacio, dejar que el viento las lleve, y descubrir en cada relato un pedazo de nosotros mismos.
