Si la Semana Santa de Jerez tiene un enclave donde la saeta es la absoluta protagonista desde hace casi medio siglo, ese es sin lugar a duda alguna la Plaza de San Lucas en la noche del Martes Santo. De forma histórica, desde que la Peña Flamenca Buena Gente comenzara a realizar de forma anual su concurso nacional de saetas — que es Premio de la Cátedra de Flamencología de Jerez— se instauraba como condición sine qua non que los ganadores de la cita debían cantar a los titulares de la Hermandad de los Judíos de San Mateo en ese lugar durante el regreso de la cofradía a su templo.
Este hecho, es un auténtico atractivo turístico, cultural y religioso en la ciudad y, además, es uno de los momentos que está señalado en rojo en las agendas de cofrades, aficionados al flamenco y visitantes de la ciudad, por ser una de las citas ineludibles, al mismo nivel que la recogida de la Hermandad del Cristo de la Viga, por ejemplo, y la singularidad que presenta el caminar de este crucificado gótico entre bengalas por el reducto a través del que llegan a su sede canónica catedralicia durante su recogida.
Pues, tras la fase final del XLV Concurso Nacional de Saetas celebrado en la noche de ayer, Sábado de Pasión, por parte de la Peña Flamenca Buena Gente de Jerez, si el tiempo no lo impide, serán Ángel Vargas y Luis Lara quienes canten a los titulares de la cofradía del Martes Santo. El saetero mayor de Jerez y el cantaor y humorista se hacían merecedores de los 2.000 y 1.300 euros con los que están dotados económicamente el primer y segundo premio, respectivamente, y serán ellos quienes se encuentren frente al Señor de las Penas y la Virgen del Desconsuelo en ese momento mágico de la Semana Santa de Jerez.
José Peña El Morito, premio a la mejor saeta por seguiriya
Dentro del especial interés que presta cada año la Peña Flamenca Buena Gente al mantenimiento de las formas más clásicas de la saeta jerezana, uno de los premios más relevantes de cuantos se otorgan durante el concurso — aparte de los clasificatorios— es el que se concede a la mejor saeta por seguiriyas y que lleva por título Premio Manuel Torre.
Y en esta ocasión, esta distinción recaía en la figura de José Peña El Morito, quien se hacía valedor de los 500 euros con los que está dotado este premio, al que también hay que sumar el accésit de 800 euros que tenían asegurado todos los finalistas por el mero hecho de clasificarse.
Dentro de las categorías especiales con opción a premio, otro de los finalistas, la saetera Elisabeth Prior de El Palmar de Troya se alzaba con el premio Saeta sin fronteras, mientras que Bernardo Rubichi hacía lo propio como mejor saetero joven, ambos dotados con 500 euros en metálico.
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