Cada vez que cierra un comercio o un negocio emblemático en el centro de la ciudad es muy frecuente escuchar o leer el siguiente comentario: "Seguro que abren un bar o montan pisos turísticos...". Sin embargo, en esta ocasión un bar de Jerez es noticia por todo lo contrario: su desmantelamiento.
Quizás no se hayan percatado si hace un tiempo que no pisan una calle tan céntrica como Algarve, pero aparte de los toldos con imágenes de parras hay otra cuestión que llama mucho la atención. El antiguo local que en su día ocupó una conocida óptica hace ya meses que echó la baraja bajo su última denominación, La escalera de Carmela, un café-bar-restaurante con música en directo que ha sido engullido, qué cosas, por el fenómeno hostelero en el centro, en su vertiente de movida juvenil, y por un posible proyecto de alojamientos turísticos.
Zona Acústicamente Saturada: Remedios, Santa Ana y Algarve
Como cuenta a lavozdelsur.es Jesús Villanueva, el que era uno de los propietarios de La escalera de Carmela, "se han dado una serie de factores que han provocado que hayamos puesto todo en una balanza y nos decantásemos por el cierre". A raíz de la proliferación de bares en la zona con alta masificación de jóvenes, las quejas vecinales provocaron que el Ayuntamiento de Jerez decidiera declarar como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) las calles Remedios, Santa Ana y Algarve.
La Escalera, que tenía en su terraza para tomar unas tapas o charlar uno de sus puntos fuertes, ya se había visto afectada por el aluvión nocturno de jóvenes a estas calles, pero el puntillazo, reconoce Villanueva, fue la declaración como ZAS. "Esto conlleva una limitación en los horarios, limitación en terrazas, limitación en actuaciones en directo... la normativa nos permitía hacer actuaciones de pequeño formato, pero la ZAS también tiene limita esto", explica a este periódico.
Más pisos turísticos en el centro de Jerez
Por si fuera poco, el aumento de la renta mensual que pagaban por el alquiler del local se sumó a las dificultades de ver cómo algunos de los ocho días más fuertes del mes —viernes y sábados— quedaban mermados por la irrupción de otros negocios de otro corte en la zona —"cada uno es libre de montar el negocio que le parezca", aclara— y por las limitaciones legales impuestas por el Consistorio.
"El aumento de la renta mensual parece ser que es por el interés que tienen los propietarios de vender la finca a, al parecer, una persona que está muy interesada para montar un edificio de apartamentos turísticos", subraya el que fuera dueño de La escalera de Carmela, que apunta, en todo caso, a la clave que ha supuesto el boom en esta zona del centro de bares de copas.
"La terraza es un punto muy fuerte para bares como el nuestro, pero sí es verdad que desde que aparecieron los bares de copas perdimos los viernes y sábados noches porque al haber tantísima gente fuera era imposible estar tranquilos charlando en la terraza, eso perturbaba a los clientes, por lo que de vender x pasamos a no vender nada".
Y así se escribió la historia de este bar que se ha mantenido vivo y activo hasta que la masificación, la movida juvenil y, probablemente, la turistificación también le han acabado expulsando del centro de Jerez.


