Las Madres Agustinas, con motivo de celebrar 500 años de su establecimiento en Jerez, han abierto una exposición en la que enseñan 32 de las piezas más destacadas que atesora este convento, herencia de medio milenio de vida monacal.
Enclavado en el corazón del casco antiguo, en la calle Juana de Dios Lacoste, la iglesia conventual conocida como Santa Rita se convierte por unos días en un espacio donde se muestra la riqueza patrimonial de este cenobio, fruto de 500 años de existencia.
Un recorrido único por el corazón artístico del convento
A los visitantes se les ofrece un recorrido por el patrimonio y la espiritualidad del Convento en una muestra comisariada por José Antonio Román Holgado y María Cristina López García, junto a la colaboración del historiador del arte José Manuel Moreno Arana, que ha dedicado numerosos estudios a la catalogación de las imágenes del convento. La Hermandad del Cristo del Amor, estrechamente vinculada a la Orden, se ha encargado de la intendencia y el montaje.


José Ignacio Verdugo, hermano mayor de la cofradía, explica a lavozdelsur.es que esta iniciativa “se enmarca en los actos del 500 aniversario del convento de las Agustinas de Santa María de Gracia”, una efeméride que también incluye conferencias y actos cultuales. Subraya que con la exposición “queremos que Jerez descubra Jerez la riqueza patrimonial de las Agustinas” y aclara que lo mostrado “es una pequeña parte del tesoro que tiene el convento, tanto a nivel escultórico, de imaginaria sacra, de platería, documentación y pintura”.
Dotes familiares, autores históricos y piezas nunca antes vistas
Verdugo recuerda que 500 años “dan para mucho”. Señala que este convento “es de los históricos de Jerez y uno de los más ricos, dado que, siempre en torno al convento, había familias notables de Jerez cuyas hijas han estado en él”. Muchas de las piezas provienen de dotes o numerosas donaciones familiares. Entre ellas figuran obras de Diego Roldán, Blas Molner, Cristóbal Ramos o Francisco Camacho de Mendoza.
Además de la escultura, destaca otras piezas “como un copón, aunque no tenemos la autoría, pero está fechado en torno al siglo XVIII”. A su juicio, “ha quedado una exposición muy completa, que incluso cuenta con una audioguía”. Entre imaginería, documentación, pintura y platería, son 32 las piezas que se pueden ver en parte de la iglesia conventual con autores de primera línea de entre los siglos XVII y XVIII.

Sobresale, en la parte documental, el primer libro de profesiones del convento, de 1526. Verdugo aconseja fijarse especialmente en “un pasaje muy poco representado, que es el tránsito de San José, que es de una factura más que notable”.
También destaca el altar devocional montado, el altar mayor, “que lo preside las cuatro devociones del convento: Santa María de Gracia, que es la titular; San Agustín; Santa Rita de Casia; y justo en el centro, el Niño Milagroso, con la cuna de plata del XVIII, que es historia y devoción del convento y de la ciudad de Jerez”, una imagen que sale por primera vez de la clausura. La exposición está abierta hasta el domingo 14 de diciembre. El horario, de lunes a viernes, es de 10 a 13 horas y de 17 a 20 horas; sábados y domingos, de 9 a 14 horas.
Francisca de Trujillo fue la primera priora en 1526
El origen de este monasterio se remonta al 3 de octubre de 1526 cuando la hija de Diego de Trujillo y de Catalina Alonso de Zanabria, Francisca de Trujillo, donó todos sus bienes, incluida su casa, a la Orden de San Agustín para fundar un convento de religiosas. La donación fue recibida por fray Juan de Calahorra, prior de Badajoz y vicario de las Religiosas de la provincia. Convertida la casa en convento, bajo la advocación de la Concepción, recibió el hábito de San Agustín Francisca Trujillo y nombrado priora del nuevo monasterio.
Estos son los principios de la historia del único convento de religiosas agustinas de Jerez, que vivió grandes momentos de esplendor, como demuestran las construcciones y el patrimonio artístico que conserva y ahora expone.


