Como cada domingo en la Alameda del Banco, el público ocupó todas las sillas dispuestas frente la merendero de la plaza; allí estaban los fieles de siempre y muchos más. Antes de empezar, el director habló a la audiencia poniendo de manifiesto la carencia de músicos en la Banda Municipal de Jerez: "Hacemos lo imposible por hacer una actuación digna con calidad". Ese pasado domingo llegaban a 16 músicos. Lo normal en una formación estándar es llegar al menos al medio centenar.
El director, Luis Alfonso Román, asomado a la balaustrada del merendero que ocupaba la exigua formación, expresó su profundo malestar, en un tono que delataba su pesar al recordar aquellos tiempos en los que los conciertos en diferentes lugares gozaban de un repertorio “a la altura de las mejores bandas municipales de música”.
“Había mucha ilusión y mucha vitalidad”, enfatizaba el director, recordando al fundador German Álvarez Beigbeder, banda que alcanza los 92 años de antigüedad. “La banda es una herramienta —argumentaba— que hace que la ciudadanía disfrute y los que han participado en la banda han podido desarrollar una formación musical excelente”.
Subrayaba que lo que veían los seguidores en el concierto es lo que queda de la banda, con personas entre 25 y 30 años de edad: "Recibimos un sueldo muy muy insuficiente para poder vivir de esto". Lamenta que cada vez quedan menos músicos y “la banda se perderá cuando nos vayamos nosotros, los que quedamos, porque los puestos no se recubren cuando hay bajas”.
Defendía el nivel humano y profesional de los compañeros: “Es inmejorable. Todos tienen una carrera musical por lo que, pese a los pocos que somos, ofrecemos calidad musical”. El responsable de la formación aclaraba que la banda es pública, del Ayuntamiento, “es de todos”. Luis Alfonso Román sugirió que si algo pueden hacer los que quieren a la banda es “dar un toque de atención a los políticos y técnicos”.
El gobierno local ya ha dejado claro que no hay posibilidad ni de estabilizar la plantilla actual, ni de incorporar más músicos, aunque públicamente el delegado de Cultura, Francisco Camas, no ha vuelto a manifestarse sobre este asunto, la historia de una institución cultural jerezana con más de nueve décadas de historia.
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