La Catedral de Jaén, uno de los máximos exponentes del Renacimiento español y candidata a ser Patrimonio Mundial de la Unesco, alberga un tesoro histórico poco conocido incluso por los propios jiennenses: la tumba del papa Pío I (140–155), el único pontífice enterrado en España.
Sus restos y reliquias reposan desde 1793 en la capilla de San Eufrasio, gracias a la petición del entonces inquisidor general y obispo de Jaén, Agustín Rubín de Ceballos, figura destacada en el Consejo de Carlos III. El papa Pío VI accedió a esta solicitud y envió desde la Basílica de San Pedro, en Roma, las reliquias de su antecesor.
Un vínculo inesperado con Jaén
El deán de la Catedral de la Asunción, Francisco Juan Martínez Rojas, confirma que Pío I, originario de Aquilea (Italia), no tenía ninguna relación con la diócesis jiennense. Sin embargo, el obispo Rubín de Ceballos buscaba una reliquia especial para ornamentar la capilla, y logró que le fuera enviada esta pieza única, que hoy pasa desapercibida para la mayoría de los visitantes.
La capilla está dedicada a San Eufrasio, primer obispo de Jaén, y el sarcófago de Pío I añade un componente histórico excepcional a la seo.
La reliquia del Santo Rostro y un modelo para el mundo
Más conocida por custodiar la reliquia del Santo Rostro, el paño con el que la Verónica enjugó el rostro de Cristo en su camino al Calvario, la Catedral de Jaén recibe miles de visitantes y peregrinos cada año.
Dedicada a la Asunción de la Virgen, la catedral fue diseñada por Andrés de Vandelvira y es reconocida como uno de los modelos arquitectónicos que inspiraron la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma. Su edificación se prolongó durante más de dos siglos, finalizando en 1548, y hoy está catalogada como Monumento Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural, con una arquitectura que combina elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos.
Una de sus peculiaridades es que es la única catedral en España rodeada de balcones, que se distribuyen por toda su fachada.
Jaén, tierra de cardenales
El vínculo de Jaén con la Iglesia también se refleja en la biografía de destacados cardenales. El actual arzobispo de Madrid, José Cobo, nacido en la provincia, será uno de los participantes españoles en el futuro cónclave para elegir al nuevo papa.
El investigador Javier Cano recuerda que otros ilustres cardenales jiennenses fueron Esteban Gabriel Merino (nacido en Santisteban del Puerto en 1472), con gran influencia en la construcción de la Catedral; Gaspar de Ávalos de la Cueva (La Puerta de Segura, 1485–1545); y Francisco de Paula Benavides y Navarrete, arzobispo de Zaragoza (1810–1895)


