Jaén ha sido escenario este martes de un nuevo desahucio que vuelve a poner el foco en la falta de alternativas habitacionales para familias vulnerables. Una madre soltera con cuatro hijos menores de edad ha sido desalojada de su vivienda tras ejecutarse el lanzamiento ordenado por la Justicia, sin que las protestas y concentraciones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) lograran frenar el procedimiento.
El lanzamiento se produjo a mediodía, aunque la afectada, Consolación Torres González, de 28 años, había abandonado ya la vivienda la noche anterior. Según ha explicado, tomó esta decisión para evitar que sus hijos tuvieran que presenciar una situación que podría resultar aún más traumática. Desde entonces, permanece de forma provisional en casa de una hermana, a la espera de encontrar una solución estable.
La dificultad de acceder a un alquiler
El principal obstáculo al que se enfrenta ahora esta madre es el acceso a una vivienda en régimen de alquiler. A pesar de su situación, dispone desde hace dos meses de ingresos regulares al ser beneficiaria del Ingreso Mínimo Vital, lo que le permitiría afrontar el pago de un arrendamiento.
“Necesitamos un techo para vivir y solo pido que me den un alquiler”, ha denunciado la mujer tras el desalojo, visiblemente afectada por una situación que, según subraya, deja a sus hijos en una posición de extrema vulnerabilidad.
Desde la PAH, su portavoz, Isabel Mateos, ha cargado duramente contra la falta de respuestas por parte de las administraciones. En un comunicado, ha denunciado la inexistencia de alternativas habitacionales para esta madre soltera y sus cuatro hijos, pese a que los servicios sociales eran conocedores del caso.
Críticas a las instituciones y defensa de la solidaridad
“El desahucio de hoy no ha sido un accidente ni un hecho inevitable; ha sido una decisión institucional que evidencia que el Estado del bienestar no ha estado a la altura. Es un fracaso”, afirma Mateos, quien reclama “una revisión urgente de los protocolos entre juzgados y servicios sociales”.
Al mismo tiempo, la portavoz de la PAH ha querido agradecer el respaldo recibido por parte de personas, colectivos y organizaciones que se movilizaron para intentar evitar el lanzamiento. “Ese respaldo demuestra que la sociedad civil sí ha estado a la altura, incluso cuando las instituciones no lo han estado. La solidaridad y la conciencia social siguen siendo el verdadero pilar de la justicia”, concluye.
El caso vuelve a reabrir el debate sobre los desahucios en familias vulnerables y la capacidad de las instituciones para ofrecer soluciones reales más allá de la ejecución judicial.