Un lince ibérico conocido como ‘Florencio’ ha sido acogido desde hace unos días en el Santuario Animal “Wendy Clements” de Chucena, Huelva, donde convive con los asnos de la Asociación “El Burrito Feliz”. Este ejemplar, perteneciente a una especie en peligro de extinción y con un estatus de protección especial, llegó al santuario con signos de debilidad, aunque ha comenzado a recuperarse gracias al suministro de agua fresca y pienso húmedo.
Desde la asociación informaron que el lince no porta collar de seguimiento, lo que indica que podría ser un ejemplar nacido en libertad. El animal comenzó a aparecer en el recinto, descansando entre viñedos, y su comportamiento dócil atrajo la atención de las activistas de “Mujeres por Doñana”, que también manifestaron preocupación por su aparente falta de energía.
La presencia del lince fue comunicada a la Guardia Civil, que desplegó una patrulla para vigilar la situación y recibió informes diarios sobre la evolución del animal, con la intención de intervenir en caso de ser necesario. Mientras tanto, las voluntarias del santuario le proporcionaron agua y alimento, que inicialmente consistió en pienso húmedo para gatos.
Para evitar la humanización del felino, la alimentación está siendo retirada de forma gradual con el fin de facilitar su pronta recuperación y su retorno al hábitat natural, localizado en el Arroyo del Algarve, en Hinojos, también en Huelva.
El entorno
Este entorno natural presenta una situación de abandono y degradación desde hace dos años, a pesar de contar con apoyo financiero de la Unión Europea para su conservación, según han denunciado las activistas de “Mujeres por Doñana”. Según estas, los pasos protegidos para el lince, considerados esenciales para su supervivencia fuera de los centros de cría institucionales, están siendo destruidos por talas indiscriminadas y la expansión de la agricultura intensiva.
Además, han alertado que la agricultura ha invadido las lindes de un arroyo natural, pese a la supuesta protección de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, lo que agrava la conservación del hábitat del lince ibérico. El caso de ‘Florencio’ refleja los desafíos para preservar esta especie, cuya supervivencia depende en gran medida de la protección efectiva de su entorno natural.