Las obras del puente Carranza renuevan la vieja pregunta: ¿dónde y cómo va El Piojito de Cádiz?

La delegada de Comercio, Beatriz Gandullo, afirma que no hay "alternativa real" para el emplazamiento del mercadillo ambulante y anuncia campañas de apoyo con nuevas actividades a partir del verano

Actividad comercial en uno de los puestos el pasado lunes 29 de abril.   JUAN CARLOS TORO
Actividad comercial en uno de los puestos el pasado lunes 29 de abril. JUAN CARLOS TORO

El cierre por obras del puente Carranza de Cádiz, el pasado 17 de marzo, tuvo un efecto colateral inesperado: la eliminación provisional del Piojito, el mercadillo ambulante, itinerante, que en la ciudad de Cádiz se instala los lunes.

Esa anomalía duró una semana. Una vez comprobado que la redistribución del tráfico, los atascos diarios y momentáneos en la rotonda del segundo puente, eran compatibles con El Piojito, su actividad regresó con normalidad el 25 de marzo pese a que se instala apenas a 50 metros de la base del viaducto, el que concentra ahora la mayor densidad de vehículos al día para entrar o salir de la ciudad.

Uno de los puestos del Piojito, el lunes 29 de abril, con el segundo puente al fondo.
Uno de los puestos del Piojito, el lunes 29 de abril, con el segundo puente al fondo.  JUAN CARLOS TORO

Pero la alteración momentánea recuperó viejas preguntas: ¿dónde ponemos El Piojito? ¿Está en decadencia? ¿Es la avenida de la Bahía el mejor emplazamiento pese a suponer, cada lunes, el cierre el tráfico de un carril completo de esa vía?

La concejala de Comercio del Ayuntamiento de Cádiz, Beatriz Gandullo, cierra el debate de forma tajante: "No hay alternativa real a la ubicación del Piojito. No existe otro emplazamiento que tenga capacidad para atender las necesidades de los comerciantes, en metros cuadrados y en aparcamiento de vehículos".

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Clientes de distintas edades curiosean entre la mercancía de uno de los puestos.  JUAN CARLOS TORO

Lejos de plantear una mudanza, Gandullo entiende que los comerciantes ambulantes necesitan apoyo: "Se han adaptado muy bien a la nueva situación por las obras en el puente Carranza. Se han producido cero incidencias. El cierre del puente crea una situación excepcional que hemos superado con diálogo y coordinación constantes".

Para cuando terminen esos trabajos, a partir de julio, y el tráfico en Cádiz recupere su configuración previa al 17 de marzo, la delegada municipal incluso anuncia mejoras: "Cuando cerremos esta fase provisional queremos poner en marcha campañas de apoyo a los comerciantes del Piojito, estudiar la mejor redistribución en el espacio que ahora ocupan e incluso abordar la posibilidad de que tenga nuevas actividades".

Cada vez más competencia, cada vez más gastos: los apuros de los ambulantes llegan a Bruselas

Al margen de la ubicación, siempre cuestionada en el diminuto término municipal de Cádiz, los problemas de los comerciantes ambulantes que se instalan en El Piojito son los de todos sus colegas andaluces. De hecho, los que se instalan en la Barriada de la Paz son los mismos que recorren numerosas localidades el resto de los días de cada mes. Un día están en Lebrija y al siguiente en Jerez, Sanlúcar, Chiclana o Utrera.

Sus dificultades conjuntas han llegado a Bruselas ese mes de abril. La subida de los precios de los carburantes y la electricidad, la feroz competencia de cadenas de precios bajos, las temporadas eternas que ya ocupan todo el año y el comercio digita. El acoso, dicen, es permanente. "Cada vez se vende menos. Ya no hace falta venir aquí para encontrar un chollo", se lamentaba José Manuel Reyes el pasado lunes en Cádiz.

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Cada vez más puestos lucen carteles para avisar de que aceptan el pago con tarjeta.   JUAN CARLOS TORO

Mientras una pareja de la Policía Local recorre los puestos para comprobar las licencias, de llamativo color naranja, colgada de una pinza en muchos tenderetes, aún suenan los pregones. "Esto es para las que saben lo que valen las cosas", grita una vendedora de lencería. "Mira niña, de verdad, tú sabrás, mira qué precios", entonan con vozarrón y algo de musicalidad las vendedoras en Cádiz, en una escena que recuerda a tiempos pasados.

Pero la tecnología no sabe de tradiciones. Casi todos los puestos lucen carteles para avisar de que se admite el pago en tarjeta. "El prima y el chein, el prima y el chein, eso nos está matando, eso, ponlo, ponlo" dice Carmen López para mediar en el debate y resaltar la competencia de nuevas cadenas, de nuevas tiendas on line.  

El resultado de los nuevos tiempos, inflación y digitalización, es un lento proceso de desaparición los mercadillos ambulantes, una merma constante en el número de comerciantes que se instalan cada día de la semana en un municipio distinto.

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Un agente de la Policía Local comprueba la licencia de un puesto instalados en El Piojito de Cádiz.   JUAN CARLOS TORO

La Asociación de Comerciantes Ambulantes del Bajo Guadalquivir se trasladaba el pasado 15 de abril a la Comisión de Peticiones de Bruselas. Algo así como el micrófono abierto a la ciudadanía en la Unión Europea. José Ángel Cordero, acompañado de su alcalde, el de Lebrija, José Barroso, trasladaron a ese foro las peticiones de cientos de familias que se dedican profesionalmente al comercio ambulante en las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz.

Aseguran sentirse abandonados por Junta de Andalucía y Gobierno. Les acusan de favorecer a los grandes centros comerciales, a las cadenas y a las tiendas del casco antiguo. "Nunca se acuerdan de nosotros, somos los últimos después de los últimos". Piden medidas de ayuda concretas y urgentes. Entre ellas, una línea de subvenciones para sustituir las furgonetas actuales, que consumen mucho combustible cada vez más caro, por híbridas o eléctricas que además son menos contaminantes. Otra de las propuestas es la colaboración institucional para crear espacios digitales, páginas web, en las que promocionar y vender su mercancía. Una subvención en la cuota de autónomos, de hasta el 50% como en el caso de los cooperativistas, es otra de las peticiones esenciales.

Falta saber si alguien, en Bruselas, escuchó el pregón de los representantes de los vendedores ambulantes.

 

Sobre el autor:

Afot

José Landi

Nacido en Cádiz, en 1968. Inicia su trayectoria en 1990. Columnista, editorialista, redactor, colaborador, corresponsal o jefe de área en 'El Periódico de la Bahía de Cádiz', 'Cádiz Información', 'Marca', 'El Mundo' y 'La Voz de Cádiz'. Ha colaborado en magacines o integrado tertulias de Canal Sur Radio, Cadena SER, Canal Sur Televisión, Onda Cero y COPE. Premio Paco Navarro de la Asociación de la Prensa de Cádiz en 1997 y 2012 (a título colectivo). Premio Andalucía 2008 a la mejor labor en internet (colectivo). Ganador del I Premio de Relatos Café de Levante. Autor de la obra de autoficción ("no sabía que existiera ese género", dice) 'Ya vendrán tiempos peores' (Editorial Cazador, 2016). Puso en marcha el proyecto de periodismo gastronómico 'Gurmé Cádiz' y mantuvo durante diez años blog como 'El Obélix de San Félix' y 'L'Obeli'. Forma parte del equipo que realiza el 'podcast' de divagación cinematográfica 'A mitad de sala'.

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