Del miedo a comprar coches diésel al paro total
Para Ruiz Ferreiro, la situación del mercado automovilístico tiene dos lecturas: una hasta el 15 de marzo y otra desde la declaración del estado de alarma hasta la actualidad. El presidente de Acoauto sostiene que ya había un descenso continuado de las ventas desde mediados del año pasado motivado por la incertidumbre de los consumidores. "Hay personas poco cualificadas en el sector que daban muerto al diésel. Han paralizado al mercado y pusieron en duda a la gente sobre qué coche comprar", explica. Así, las ventas han acumulado un descenso progresivo en los últimos meses de un 10% de media. Sin embargo, el sector en aquel momento era optimista: "Estábamos introduciendo los coches eléctricos, que aún constituyen muy poco en el total de las ventas, y entendíamos que era algo circunstancial", añade. Sin embargo, la llegada de la covid-19 lo cambió todo. "Hemos aplaudido la normativa del Gobierno por una cuestión obvia, había que dejar a un lado el objetivo de vender coches y cuidar la salud de todos, de los clientes y los trabajadores", afirma Ruiz que además señala la importancia de haber prorrogado el estado de alarma. "Es fundamental para nuestra actividad. Necesitábamos que el estado de alarma se prorrogara y se pueda instalar la fase 1 para reiniciar la actividad, manteniendo además el mecanismo de los ERTE por fuerza mayor", añade. De no haberse hecho, algo que considera "irresponsable" a nivel político, hubiera sido "un problema muy grave también para los concesionarios".Los concesionarios de Jerez, a la espera de abrir el próximo lunes. FOTO: MANU GARCÍA.
La apertura progresiva de los negocios según las fases de desescalada permitirá que a partir del próximo lunes 11 los concesionarios de la provincia de Cádiz comiencen a abrir con las pertinentes medidas de seguridad. "La posventa tendrá una recuperación más rápida ya que hay muchas tareas pendientes: desde garantías, a revisiones para las ITV...", cuenta. De hecho, el servicio de posventa ha permanecido activo para los servicios de emergencia y los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado durante todo el periodo de emergencia sanitaria. Ahora el objetivo del sector es centrarse en recuperar las ventas, para las que reconocen tienen un plan B y nuevas alternativas que pondrán sobre la mesa. "Se va a renunciar más a la compra a largo plazo y se va a priorizar el pago por uso, teniendo más peso la cuota que el precio del vehículo, pagando por el servicio", dice sobre los planes de leasing y renting, unos formatos que cree que aumentarán significativamente. De la misma forma, sostiene que los 50 días de confinamiento han ayudado a familiarizarse más con las nuevas tecnologías para estar próximos a la familia y los amigos, algo que seguramente influirá en los modelos de consumo del futuro, de igual forma que el uso del coche individual como situación circunstancial para evitar los contagios. No obstante, esa recuperación de las ventas irá ligada inexorablemente a la recuperación económica. "Cuando se ven nubarrones, el cliente potencial es más dubitativo, no quiere endeudarse", reconoce Ruiz, que está especialmente preocupado por los trabajadores. "Son nuestro mayor valor, cuando recuperemos la actividad queremos mantener al 100% de la plantilla. Nosotros somos empresas familiares, que conocemos a nuestros trabajadores con nombres y apellidos, sin ellos este negocio no tiene sentido", explica. Por el momento, el sector del automóvil ha propuesto a nivel nacional un plan de ayudas a la compra de vehículos por valor de 400 millones de euros para fomentar el consumo. De ello dependerá el aumento de las ventas y la recuperación de un sector clave y estratégico para la economía española. "Contemplamos una bajada del 30% de las ventas a final de año", concluye Ruiz como escenario plausible, en el caso de que la situación de emergencia sanitaria no vuelva a dar un duro revés a la economía. La evolución de la covid-19 será, al fin y al cabo, quien determine todos los posibles escenarios.
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