Los sindicatos CTM y CGT han acusado a UGT de desconvocar la huelga del sector del metal en Cádiz sin consultar a los trabajadores y trabajadoras, lo que han calificado como “una falta de respeto muy grave”. A través de un comunicado conjunto, han expresado su rechazo frontal al preacuerdo alcanzado el pasado domingo entre UGT y la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz (Femca), al que han descrito como “el peor convenio de los últimos 40 años”.
Según ambas organizaciones, UGT habría tomado la decisión de suspender la huelga sin someter el acuerdo a votación en asamblea ni ningún otro mecanismo participativo, algo que consideran inaceptable. En palabras recogidas en el texto, han denunciado que “la democracia, el carácter asambleario y el respeto a los trabajadores es solo cuando están seguros de que van a votar a su favor”.
Acusan a UGT de desmovilizar y ceder ante demandas empresariales
El comunicado también ha puesto en duda la transparencia del proceso seguido por UGT antes de la firma del preacuerdo. Según CTM y CGT, el sindicato mayoritario convocó unas elecciones internas cuyo resultado no fue mostrado públicamente y tras las cuales su secretario general habría preferido seguir negociando. En este sentido, entienden que la huelga ha sido finalmente suspendida de forma unilateral, una decisión que ambas organizaciones han vinculado a una estrategia “más cercana al sindicalismo vertical de otra época”.
Las críticas también se han centrado en el contenido del preacuerdo, al que han acusado de no abordar la principal reivindicación del sector: la brecha salarial. Según señalan, el pacto incluía la posible creación de una nueva categoría profesional dirigida a trabajadores menores de 25 años, que percibirían un salario cercano al mínimo interprofesional, una medida que consideran impulsada por los empresarios y que solo fue retirada “gracias a la respuesta contundente del conjunto de los trabajadores”.
Masivas movilizaciones en las calles de Cádiz
CTM y CGT han reivindicado las movilizaciones masivas que han tenido lugar durante los últimos días como ejemplo del verdadero pulso del sector. El pasado miércoles, más de seis mil personas marcharon por los barrios obreros de Cádiz, mientras que hoy mismo, según el comunicado, más de un millar se han manifestado por el centro de la ciudad. Ambos sindicatos han destacado que “CGT y CTM nada más hemos sido una herramienta al servicio de los trabajadores”, subrayando que la movilización ha nacido de las propias bases y no de las estructuras sindicales tradicionales.
Frente a estas manifestaciones, han asegurado que UGT apenas ha tenido presencia en los piquetes, lo que en su opinión demuestra su desconexión con las reivindicaciones reales del sector. También han lamentado que el sindicato mayoritario haya actuado sin “ser portavoz ni altavoz de los trabajadores”.
Llamamiento a la unidad sindical
Pese a la retirada de UGT, CGT ha confirmado que mantiene la convocatoria de huelga activa y ha instado al conjunto de los trabajadores y trabajadoras a reunirse el próximo lunes en asamblea. “No habrá problemas para continuar, si así lo consideramos entre todos”, han señalado en el escrito, haciendo un llamamiento a la unidad sindical basada en la participación directa.
Ambos sindicatos han llamado a aprovechar el fin de semana para descansar y reflexionar colectivamente, de cara a tomar una decisión en común sobre los próximos pasos. Han recalcado la necesidad de mantener viva la movilización hasta conseguir un acuerdo que responda a las reivindicaciones históricas del sector.
Fuerte crítica al modelo sindical “desmovilizador”
En el cierre del comunicado, CTM y CGT han reiterado que el acuerdo alcanzado con Femca es “muy malo”, pero han insistido en que lo más grave han sido “las maneras traicioneras de actuar de UGT”, a quien han acusado de representar únicamente “a sí mismo y a un sindicalismo desmovilizador que desprestigia día a día al verdadero sindicalismo de clase”.
La crítica, con un marcado tono combativo, ha dejado claro que ambas organizaciones rechazan tanto el contenido del preacuerdo como la forma en la que se ha gestionado el proceso. En este contexto, han insistido en que la única salida legítima debe pasar por consultar a los trabajadores en asamblea y mantener la presión hasta que se escuchen sus demandas.