Una de las mayores firmas de hostelería de la provincia de Cádiz, Grupo Arsenio, ha tenido que recurrir a un anuncio en redes sociales para tratar de aliviar uno de los mayores problemas de los trabajadores del sector: el acceso a la vivienda.
Este grupo de restaurantes, chiringuitos y terrazas está encabezado por Raúl Cueto y hace un año cumplía 30 años de la inauguración del primero de los establecimientos.
Actualmente, Grupo Arsenio cuenta con Arsenio Manila, Bebo los vientos, Nahú Beach, Casa Angelita, Angelita Fizz, Musalima, Nu, Namba y "proximamente" Atarde, en la zona superior del Hotel Q (antigua residencia Tiempo Libre). Además, el grupo también ofrece servicio de cátering.
La obtención de alojamiento a precio posible para trabajadores por temporadas en sectores como la hostelería, la sanidad, la seguridad o la función pública es un problema acuciante en muchas zonas de España, especialmente las litorales y veraniegas, las insulares y mediterráneas.

Esa situación ha llegado paulatinamente a la provincia de Cádiz, especialmente a partir de la pandemia, del año 2020.
Juan Molina, responsable de la Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo (Afasode) ya denunciaba este enero que la falta de alojamiento accesible, sin precios desorbitados, era una de las principales dificultades para la aplicación de un plan de inserción en hostelería.
Ese proyecto pretendía, mediante un convenio entre la patronal Horeca y ONG, atraer a jóvenes inmigrantes salidos de los centros de tutela para cubrir las numerosas vacantes en el sector.
Molina, casi un año después de la firma, hacía balance y fijaba que la imposibilidad de encontrar alojamiento en muchos municipios había frustrado la contratación de varias decenas de aspirantes.

El responsable del Grupo Arsenio y del anuncio que reactiva esta situación, Raúl Cueto, admite de entrada la evidencia corroborada durante varios veranos: "A los trabajadores les cuesta encontrar piso".
El hecho de tener que trabajar en una zona de gran atractivo turístico, de gran demanda veraniega, hace que los pisos por temporada estén a unos precios inalcanzables que en algunos casos suponen el 80 o el 90% del salario mensual del trabajador, incluso lo superan.
Cueto asegura que su idea es colaborar a encontrar alquileres a precios razonables a través de una tramitación adecuada: "Nosotros pretendemos ayudarles a encontrar piso".
La fórmula de colaboración y mediación es, primordialmente, documental: "Aportamos la documentación que cualquier trabajador debe presentar a un banco, a una inmobiliaria. Se trata de ayudar con lo que esté en nuestra mano para encontrar ese alquiler".
El hostelero gaditano añade que con ese gesto -ante un banco, una inmobiliaria o la propiedad- la empresa hostelera mediadora en el alquiler avala de forma pública y formal "de primera mano, que un trabajador es bueno, que quiere cuidarlo, que tiene un buen sueldo y sus papeles en regla".
Una hipotética mala imagen, el hecho de que el anuncio confirme de forma implícita que existe un grave problema de acceso al alquiler para los trabajadores en Cádiz no le preocupa al empresario: "No nos importa ser altavoces de las necesidades de los trabajadores".