El hostelero Francisco Rubio, propietario de la taberna El Teniente Seblón en El Pópulo, ha sido reconocido en el Orgullo Gay de Andalucía por su lucha por la integración social del colectivo LGTBIQ.
Aún recuerda aquel año 2006 cuando organizaron el primer Orgullo de Cádiz. Hubo un momento que hasta sintió miedo. “El panorama en aquella época era que el Gobierno de Zapatero había aprobado el matrimonio homosexual pero el PP había presentado un recurso de anticonstitucionalidad”, rememora Francisco Rubio (1968, Madrid), hostelero gaditano de adopción, propietario de la famosa taberna El Teniente Seblón en el barrio de El Populo, que ha sido reconocido por la Asociación de Personas Transexuales de Andalucía Sylvia Rivera (ATA). Su labor por la integración social del colectivo LGTBIQ en la sociedad gaditana y su trabajo para organizar durante doce ediciones el Orgullo Cádiz bien han merecido este reconocimiento. La entidad destaca además su faceta como organizador de la primera jornada sobre diversidad afectivo sexual y de género en la Universidad de Cádiz.
El Orgullo, que ya es una cita consolidada en la Bahía, tuvo que lidiar con la reticencia de algunos porque “aunque se nos presupone la libertad en Cádiz, estas celebraciones estaban muy circunscritas a determinados ambientes y al Carnaval”.
Pero Paco, junto con las asociaciones Colega y Arcadia, querían conseguir una integración social que fuera real. “En Cádiz sí estaban reconocidos los homosexuales con pluma, los mariquitas o las folkóricas pero no el profesor de tu hijo o tu vecino. Esa integración no se había conseguido”.
Se le viene a la memoria de ese primer año de Orgullo una imagen de sí mismo subido en una escalera colocando banderines. “Un vecino se acercó para increparme y me dijo algo que no olvidaré: el culo es para cagar”. Desde entonces el Orgullo ha ido cumpliendo años y, sobre todo, reconocimiento por permitir dar visibilidad a mucha gente –que no tenía pluma o era mariquita o folklórica- y, sobre todo, por su labor pedagógica.
En eso insiste Paco, en la educación. “El Orgullo viene cumpliendo una labor pedagógica importante porque permite mostrar esas otras diversidades sexuales, como la transexualidad” y porque “aunque ha bajado el índice de delitos homófobos tenemos que tener cuidado con la involución que en muchos aspectos está sufriendo la sociedad. Nosotros estaremos muy pendientes de eso”.
Y en este reconocimiento también tiene recuerdos para Pepe Coronil, presidente de Arcadia, y Pepe Guerrero, de Colega, y a Antonio Gallardo por impulsar el concurso de Drag Queens que sentaría las bases del futuro Orgullo de Cádiz.
Paco también está de enhorabuena en los próximos días. La Taberna El Teniente Seblón cumple el domingo 12 años, un bar señero en El Pópulo que abrió las puertas a la diversidad y a la libertad.
Comentarios