Cinco voces del 15-M, siete años después

El 15 de mayo de 2011 supuso un antes y un después para la política española. En su séptimo aniversario rescatamos testimonios de lo que fue y lo que ha supuesto este movimiento.

Una concentración del 15-M en Cádiz.
Una concentración del 15-M en Cádiz.

Hace siete años miles de voces se echaron a andar por Madrid. Y no contentas con el ruido y sus pasos, velaron la Puerta del Sol. Pronto el efecto se fue contagiando a las plazas de cada rincón de España. Pedían justicia, pero una de verdad, no como la que se reparte día tras día en los juzgados. Pedían una reforma electoral, ley de transparencia, el frenazo inmediato de los desahucios. El 15 de mayo de 2011 marcó un punto de inflexión en la historia de este país, provocó el nacimiento de nuevos partidos que terminaban al fin con el bipartidismo habitual en la corta historia de la democracia actual, nuevas leyes, movimientos sociales, asambleas, feminismo... La política dejaba de ser eso de lo que hablaban unos enchaquetados al otro lado del televisor y se convertía en el tema del desayuno en el bar para los ciudadanos de a pie. Hoy, con motivo del séptimo aniversario del 15-M, hemos querido dar la voz de nuevo a algunos de los que participaron o siguieron el movimiento de cerca.  

Fran Delgado, politólogo: "Yo el 15-M no lo veo como un movimiento rupturista, sino que lo considero más bien un movimiento reformista. Supuso una primera toma de contacto con la política para mucha gente, y normalmente tenemos un cierto adanismo, esa sensación de que las cosas comienzan en el momento en el que nosotros comenzamos a formar parte de ellas. Con 15-M parece que pasa eso, que la política se inventó a partir de ese momento. Es innegable el calado del 15-M en los cambios políticos, pero al final todas las crisis terminan con más derecha. Los movimientos sociales tienen un nexo común, que es el descontento, pero en general suelen carecer de un proyecto político concreto. En el 15-M había una heterogeneidad de intereses, reivindicaciones y demandas, que aglutinaba a gente desde la izquierda, pero también de la derecha. Mucha gente habla del 15-M y piensa en Podemos, pero yo también pienso en Ciudadanos. ¿Por qué? Pues porque había mucha gente que clamaban el "no somos mercancía en manos de políticos y banqueros", y había otros que decían "menos coches oficiales". Por lo tanto había gente que no quería cambiar el sistema, sólo quería cambiar algunos aspectos. El 15-M supone un punto y aparte en la forma en la que se entienden algunos aspectos de la representación política en España, incluyendo puntos que antes estaban fuera y gracias a los movimientos sociales se han conseguido incluir en la agenda política: Ley de Transparencia, Lucha Anticorrupción, Regeneración Democrática o el nuevo modelo de representación política".

"Yo el 15-M no lo veo como un movimiento rupturista, sino que lo considero más bien un movimiento reformista"

José Vicente Barcia, periodista y jefe de Gabinete de la Alcaldía de Cádiz: "Fue la reacción lógica de la ciudadanía ante el atropello económico, moral, social y ambiental que estábamos viviendo con la crisis. Justo antes de la crisis se daba, lo que se denomina por muchos autores, una época de ese círculo supuestamente virtuoso de capitalismo popular que se termina al llegar la crisis. Entonces lo que pasó fue lo más parecido a una revolución que yo he podido vivir en toda mi vida. Una revolución que rompió todas las reglas comunicativas, todas las reglas de procedimiento y cuya onda expansiva seguimos viviendo hoy. Esa revolución lo que pedía era precisamente derechos que eran universalizables. ¿Qué fue de todo aquello? Pues fue lo que somos hoy. Un montón de gente que vivió una auténtica efervescencia política y social de cambio y de transformación, que se convirtió en los movimientos sociales que hay hoy y en las alternativas políticas que se están produciendo. Movimientos sociales que tienen que ver precisamente con esa onda expansiva cuyo centro fue el 15-M los podemos ver en el feminista, que intenta romper esos techos de cristal, y también en otros sectores como es el de los pensionistas. Este último, es gente que lleva toda la vida construyendo su país, y su país en el momento decisivo de su jubilación lo que hace es darle la espalda. El 15M fue un movimiento imperfecto sin cuya existencia viviríamos mucho peor".   

"Lo que pasó fue lo más parecido a una revolución que yo he podido vivir en toda mi vida"

Rocío Sáez, responsable de Comunicación de Ganar Cádiz en Común y activista de la Asamblea Feminista de Cádiz: "El 15-M ha sido un antes y un después en este país para el movimiento social y político. Había mucha gente que venía militando desde hacía muchos años, cada uno en su campo, también en el movimiento feminista. El movimiento feminista en España lleva décadas de trayectoria, igual que en otros muchos países, pero sí que supuso un punto de inflexión porque fue como una nueva ola de activismo. Despertó mucha gente joven, donde me incluyo, y ha habido una nueva generación que se ha venido sumando a la movilización social. Después del 15-M, que fue como un boom de movilizaciones, es verdad que hubo una pequeña caída. A excepción de las marchas por la dignidad hubo un páramo de movilización, donde se canalizó mucho el activismo hacia lo institucional y los procesos electorales. Pero el movimiento feminista ha sufrido un resurgir, desde el Tren de la Libertad, la marcha del 7 de noviembre en Madrid, etc., el movimiento feminista es el único que ha conseguido en este país hacer que un ministro dimita. Creo que es el que ha mantenido realmente la movilización social, y luego se han ido sumando otros como la Marea Pensionista, Marea Blanca o Marea Verde. Ahora, después de la huelga del 8-M, el feminismo vuelve a coger fuerza, pero creo que este feminismo trae a mucha nueva generación que surgió a partir del 15-M. Es cierto que en Cádiz el 15-M no tuvo mucho tinte feminista, sí que lo tuvo el de Madrid con una comisión muy potente de donde salieron muchos colectivos que son los que conforman el movimiento actual".

"El movimiento feminista es el único que ha conseguido en este país hacer que un ministro dimita"

Sergio Mesa, miembro de la comisión política del PCE: "Solo hay que ver la incomprensión, cuando no el odio y asco que el 15-M provocó en la oligarquía y en otros privilegiados de la época para entender su significado político: un hito de lucha contra la oligarquía que manda aquí desde antes del franquismo y por la revolución democrática aún pendiente, que el 15-M, con todas sus paradojas y contradicciones, puso en agenda. Y bueno, que siguen pasando los años y sigue presente, estoy seguro de que se celebrará su décimo aniversario y serán muchos más. Y eso que aquello no logró ser una revolución. No tenía condiciones para ello, ni de las subjetivas ni de las objetivas, pero sí fue el campanazo que abrió una época, en ese sentido fue un episodio revolucionario, ese que constituyó en parteaguas de la historia; fue una experiencia de lucha revolucionaria, por ampliar el abanico de prácticas, métodos, tácticas y por activar políticamente a cientos de miles de personas, que no lo esperaban, que vivieron una transformación revolucionaria de sí mismas y de sus entornos".

"Fue una experiencia de lucha revolucionaria, por ampliar el abanico de prácticas, métodos, tácticas y por activar políticamente a cientos de miles de personas"

José Manuel Mato, profesor de Secundaria: "El movimiento se caracterizó por su horizontalidad, por utilizar la desobediencia civil. No tuvo ni se planteó en ningún momento un programa. No se buscaban líderes y estaba en contra de la política de representación. Esto fue así en la generalidad de las plazas que se ocuparon aquel mayo. Yo creo que fue un proceso de aprendizaje, un proceso formativo en técnicas asamblearias, una serie de discursos que parecieron aflorar en ese momento pero que ya venían de movimientos sociales y políticos más radicales. Y luego el 15-M mutó, y surgió una forma de afrontar los problemas laborales, sobre todo en las ramas públicas. Aparecieron las mareas y en todos esos movimientos se pretendía superar a los sindicatos, las organizaciones que habían venido sustituyendo la voz popular. En cuanto al resurgimiento político, en mi opinión no existe un cordón umbilical entre Podemos y el 15-M, creo que no tienen absolutamente nada que ver. Podemos sale a rebufo de lo que significó el movimiento, y gracias al apoyo mediático salió a la palestra. Y este partido, precisamente, es la negación del 15-M. Si el 15-M abrió una brecha en la legitimidad del sistema, Podemos lo ha vuelto a legitimar dándole la vuelta y haciendo que la gente confíe en el cambio, no a raíz de su propia acción, sino a través del voto a una candidatura política. Si el 15-M era horizontal, Podemos se ha vuelto piramidal, aunque en sus inicios hablaran de círculos. Yo lo veo así, porque además no hay excesiva relación entre las personas que participamos activamente en el 15-M en Cádiz y las personas que ocupan hoy los puestos de concejales en el Ayuntamiento por parte de Podemos". 

"Si el 15-M abrió una brecha en la legitimidad del sistema, Podemos lo ha vuelto a legitimar dándole la vuelta"

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Estefanía Escoriza

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