La capital gaditana podrá baldear y limpiar sus calles con agua potable, tras tres meses sin poder hacerlo. El alcalde, Bruno García, ha anunciado tras la celebración de la Junta de Gobierno Local que este viernes se procedería a la firma del decreto que modifica al que estaba en vigor desde febrero.
Así, el nuevo decreto permitirá el baldeo de las calles de la ciudad con agua potable, siempre que no se supere la cantidad de los 225 litros de agua por persona.
La medida llega tras la autorización especial de la Junta de Andalucía para los ayuntamientos de San Fernando y Cádiz para poder baldear de esta manera. La razón para esta autorización son los problemas que ambas ciudades tienen para disponer de agua a través de los pozos y contar con el margen suficiente para no superar esa restricción de consumo por habitante.
Dicha autorización permitirá también el riego de parques y jardines, aunque será "un riego de supervivencia", según ha señalado Bruno García.
De esta forma, Cádiz podrá disponer de más recursos para la limpieza de sus calles, algo que estaba resultando complicado desde el pasado febrero. El decreto firmado entonces, al que sustituye el de este viernes, prohibía el empleo de agua potable para el baldeo, entre otras medidas para combatir la sequía.
La normativa prohibía el empleo de agua potable, pero sí especificaba que se podía emplear "el agua de los pozos de agua no potable con los que cuenta la ciudad, así como los depósitos de reutilización de las piscinas municipales". No obstante, tal y como ha recordado el alcalde de Cádiz tras la celebración de la Junta de Gobierno Local, San Fernando y Cádiz experimentaban dificultades para poder disponer de ese recurso a través de los mencionados pozos; de ahí la autorización especial de la Junta.
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