Los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando se ha llevado casi un año pidiendo a los ciudadanos que se acostumbren a ahorrar agua potable ante la situación de sequía que aún persiste.
El 2 de febrero de 2024, dentro de ese conjunto de medidas de ahorro, el gobierno municipal gaditano anunciaba la eliminación del agua potable de los baldeos. Tres meses después, da marcha atrás pese a que la mejoría de los niveles de reserva es muy pequeña.
El agua embalsada aún está lejos del 30% de media en la provincia pese a las fuertes lluvias de Semana Santa. Pese a esas campañas y mensajes insistentes, aunque los expertos hablan de una situación muy difícil -de nuevo- al final del verano, las calles de la ciudad volverán a ser baldeadas con agua potable.
Así lo anunciaba este viernes el alcalde, Bruno García (PP), tras obtener el permiso de la Junta de Andalucía. La administración autonómica contempla la posibilidad legal de que los ayuntamientos que no alcancen el límite de 225 litros de agua potable consumida (por habitante y día) puedan usar la cantidad restante en tareas diversas, como el baldeo y la limpieza de vías públicas.
Como quiera que, según el alcalde y los informes presentados a la Consejería, el consumo por persona y día en Cádiz está registrado en los 200 litros de agua potable, los restantes 25 litros (persona y día) pueden tener esos otros usos.
Consciente de que esta medida, o contramedida, puede suponerle críticas, se adelanta con sarcasmo: "Vamos a baldear con agua potable como se ha hecho durante los 3.000 años anteriores en la ciudad de Cádiz".
Bruno García señala el uso de agua de pozos para baldear como causa del deficiente estado de la limpieza pública
Con esta medida, asegura el regidor, pretende combatir las críticas por las carencias en la limpieza pública de la ciudad, uno de los grandes reproches hechos por la oposición y una parte de la ciudadanía al gobierno municipal anterior dirigido por José María González Santos.
"La limpieza de la ciudad no está como nosotros queremos porque en este proceso de sequía hemos baldeado sólo con el agua de pozos", justifica el alcalde.
Afirma que lo habló con su homóloga de San Fernando, Patricia Cavada (PSOE) el pasado 3 de abril y este viernes, 3 de mayo, ha llegado la autorización de la Junta. El agua potable puede volver a usarse para limpieza pública.
"El equilibrio entre el uso del agua y la higiene pública es difícil, es complicado, pero hay que intentar conseguirlo", ha resumido Bruno García de León.
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