Puede parecer un hotel más en la carrera precipitada y cuestionada que la ciudad de Cádiz vive por construir, levantar y presentar su primer cinco estrellas. Pero debe simbolizar algo más cuando es vestido de tal forma política.
El alcalde de Cádiz, Bruno García, y su mentora, predecesora, Teófila Martínez -presidenta de la Autoridad Portuaria comarcal (APBC)- presentaban este martes la llegada formal del proyecto con un respaldo que no puede ser casual ni diplomático.
La iniciativa parece simbólica y oportuna para un alcalde rodeado de una huelga impopular -la del servicio de autobús urbano- y de una inicial sensación de parálisis histórica en la ciudad, con todos los grandes planes atascados entre décadas de dudas burocráticas.

Con esas formas y ese fondo, el hotel en el abandonado edificio Ciudad del Mar de la Punta de San Felipe, el que sólo tuvo unas seis semanas de uso en 1992 antes de caer en la suciedad, los jaramagos y los grafitis, se parece como una oportunidad. Al menos, para sus impulsores públicos y privados.
Sin adornos ni excesos publicitarios, se llamará Puerto América y tendrá una categoría de "cinco estrellas gran lujo", la más alta del sistema hotelero en España. "Se integrará en el entorno náutico y portuario" según la empresa que lo crea, Alianza Serendipia SL.

Al segundo intento, tras la espantada de los primeros empresarios que el Ayuntamiento y la APBC atribuyen a las excesivas trabas de la administración central, este grupo es el adjudicatario final del concurso público en un suelo incluido en el puerto de Cádiz.
Más alla de esos límites, el hotel Puerto América se presume como la proa de la integración de numerosos terrenos que lindan con la trama urbana de Cádiz.
Entre ellos aparecen desde la famosa verja del muelle pendiente de derribo, hasta el frente junto al barrio de Tres Carabelas y los grandes proyectos en la Punta de San Felipe como Calachica o un gran aparcamiento en altura, además de este nuevo hotel.

Con esos precedentes y ese contexto flotando en el salón de actos de la -también renovada- sede de la Autoridad Portuaria eran presentados los detalles del nuevo espacio hotelero.
Los propietarios del grupo Serendipia, Óscar Vega Bernáldez y Rafael Cebolla Arteaga, hicieron los honores junto a los dos representantes políticos del Partido Popular.
Teófila Martínez admite de entrada que "la apuesta de Alianza Serendipia por este proyecto, en este espacio, supone un estímulo fundamental para el futuro desarrollo de esta zona de integración con la ciudad".

"Es un espacio privilegiado, con unas de las mejores panorámicas de la ciudad y de la Bahía, aunque para que el resto de iniciativas funcionen es necesario un elemento tractor que garantice la actividad y habitabilidad durante las 24 horas del día".
Bruno García subraya la importancia de "la recuperación de un espacio que está sin uso desde hace muchos años" y el argumento central del acto: "Encaja perfectamente en la transformación que va a sufrir todo el espacio con la integración muelle-ciudad".
Como es obligado en estos actos, los protagonistas resaltan que "genera trabajo para los gaditanos", con "la creación de unos 150 empleos directos y el doble indirectos, el 80% de ellos con contratos indefinidos y al menos a diez para personas en exclusión o con discapacidad".
En el apartado de creación de puestos de trabajo, el proyecto anuncia "150 empleos directos y el doble indirectos con el 80% de contratos indefinidos"
Óscar Vega resaltaba otra de las hipotéticas grandes virtudes del hotel en Puerto América: reforzar la posición turística de Cádiz que ya parece privilegiada.
"Cádiz vive un momento extraordinario de proyección turística y cultural, y creemos firmemente que el Puerto América cinco estrellas gran lujo en la Punta de San Felipe va a contribuir a elevar su posicionamiento".
Califica el futuro establecimiento como "una propuesta cuidada, contemporánea, sostenible y auténtica y un turismo de calidad donde tendrá un gran protagonismo el turismo de congresos".
Referente en arquitectura e integración
El arquitecto José Ángel Peñascal detalla que se basa "en un diseño respetuoso e integrado en el paisaje náutico-portuario del entorno que, además, respetará el valor del medio natural mediante el propio diseño y el empleo de materiales ecológicamente sostenibles".
El diseño del hotel pretende ser "un referente de la arquitectura contemporánea en la costa gaditana y potenciará las vistas sobre la Bahía".
Incluye 120 habitaciones, todas con orientación al mar, zonas ajardinadas, varias piscinas, diversas áreas de restauración y ocio, gimnasio, zona comercial, SPA y un centro de convenciones con capacidad para 300 personas.
La APBC añade que la ocupación de superficie en suelo portuario tendrá una extensión aproximada de 9.318 metros cuadrados y que la concesión cuenta con un plazo de 50 años, el máximo que permite la ley.


