La denuncia pública de una niña de 10 años ha servido para cambiar las bases de un evento deportivo que lleva celebrándose en Roquetas de Mar, en Almería, desde hace 34 años. Las 100 Horas del Deporte, es el mayor evento multideportivo de participación que se realiza en España durante 100 horas seguidas. Durante cinco días se desarrolla la práctica ininterrumpida de numerosas modalidades de competición, incluyendo deportes de exhibición.
Este año, la voz de Ainara ha logrado que haya un cambio en la normativa. Según explicó la niña en un vídeo que ha sido publicado por su padre en redes sociales, no le dejaban jugar. "Yo junto a mi equipo de niños nos apuntamos, pero me llamaron para decirme que, según sus bases, no podía jugar por el solo hecho de ser una niña", comentaba.
"Yo quiero saber por qué no puedo jugar con los niños porque un ayuntamiento lo diga", decía. La queja de la niña llegó a oídos del concejal de Deportes de Roquetas de Mar, Juan José Rubí, que, según ha recogido Europa Press, les ha asegurado que la menor podrá jugar.
La niña no podía competir como parte de un club deportivo masculino, ya que, a partir de la categoría de alevín, no se permite la inscripción de "grupos mixtos" pese a la que Federación Andaluza de Fútbol permite jugar hasta la categoría de cadete a niñas en equipos de chicos.
Según el Ayuntamiento, las bases con las que se trabaja para Las 100 Horas del Deporte "son de hace 34 años". "Creemos que todo se actualiza, no hace falta que haya una queja", ha dicho el concejal.
Los padres nunca había tenido problemas con que su hija jugara en un equipo masculino, que no es mixto. "La única opción" que le daban es de meterse "en un equipo femenino", de tal modo que, de ser finalmente así no hubiera podido jugar puesto que tiene compañeras a las que le guste este deporte para montar un equipo.
La Federación Andaluza de Fútbol permite formar parte de un equipo masculino federado, como el suyo, hasta la edad correspondiente a la categoría de cadete mientras que el evento deportivo municipal no lo contemplaba. Por ello, dio un toque de atención al consistorio. " El Ayuntamiento debería ayudar a que los niños hagan deporte, no a que no lo hagan. Al fin y al cabo, yo lo único que quería era pasar un rato con mis compañeros y pasármelo bien", contó la menor, que, finalmente, ha logrado que se modifiquen las bases para que pueda jugar.
Comentarios