El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, se está quedando poco a poco sin argumentos para poder salir airoso de los hechos que protagonizó el pasado domingo durante la celebración de la selección española tras la consecución del mundial femenino de fútbol.
Según ha publicado este martes el medio Relevo, todo lo que ha ido sucediendo en la federación tras el beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso tiene más de ficción que de realidad. El presidente de la federación protagonizó un vídeo a modo de 'disculpas' 24 horas después de lo sucedido. Entonces, el país ya estaba patas arriba y la imagen de Luis Rubiales completamente deteriorada.
Esto es un jefe presionando a una trabajadora para que encubra el abuso que ha sufrido. Es gravísimo y denigra al deporte español.
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) August 22, 2023
Rubiales debe dimitir de inmediato. https://t.co/1P3cqdUqF8
Relevo afirma que el presidente de la RFEF rogó a Jenni Hermoso que apareciera junto a él en el vídeo mencionado para quitarle importancia al asunto. Sin embargo, la futbolista se negó a participar. En las horas previas ya había insistido en que no le había gustado lo sucedido. Señala también este medio que tras el intento fallido de Rubiales entró en acción el seleccionador Jorge Vilda intentando convencer a la familia de la jugadora del Pachuca, que viajaba en el mismo avión que la expedición española.
Por si fuera poco, no es el único hecho en el que los miembros de la federación salen mal parados. Relevo también asegura que el comunicado que la RFEF difundió a la agencia EFE en el que Jenni Hermoso le quitaba hierro a lo sucedido era falso. En él, la campeona del mundo decía que había sido "un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento". Sin embargo, este medio afirma que el departamento de comunicación de la federación se inventó las declaraciones.
Presión política
El escándalo mayúsculo e internacional ha provocado que aumente la presión política hacia Rubiales solicitando que deje su cargo. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le ha enseñado al máximo responsable del fútbol español la puerta de salida tras reunirse con el rey en la ronda de contactos para la investidura. Sánchez ha manifestado que "lo que vimos fue un gesto inaceptable. Creo que las disculpas que ha dado no son suficientes, hasta incluso creo que no son adecuadas y que por tanto tiene que continuar dando pasos para aclarar lo que vimos todos".
No obstante, ha apuntado que el puesto de Rubiales no depende del Gobierno. "La Federación no pertenece a la estructura ni al organigrama del Gobierno", ha detallado al respecto, al tiempo que ha añadido que el presidente de la RFEF es "elegido y destituido por sus asociados".
La primera responsable política en pedir a Rubiales que dimitiera fue Yolanda Díaz. Este martes ha insistido tras las nuevas informaciones. "Esto es un jefe presionando a una trabajadora para que encubra el abuso que ha sufrido. Es gravísimo y denigra al deporte español. Rubiales debe dimitir de inmediato".
La presión no sólo llega desde la izquierda. El Partido Popular se ha sumado a la petición de dimisión. "Evidentemente lo que no está bien hecho siempre tiene que tener consecuencias sobre todo si ha indignado a todo un país y no está dando la mejor imagen de nuestro país", ha señalado Cuca Gamarra.





