Tomás Carmona falleció en la madrugada del pasado viernes al sábado, apenas un día antes de que su hija, la sevillana Olga Carmona, se convirtiera en la estrella de la final del Mundial con un golazo que dio el campeonato a España. La sevillana fue avisada horas después del partido.
Según pudo conocerse más tarde, la madre de la futbolista estuvo en el estadio de Sidney sin querer contar nada a su hija. En el campo también estaba un hermano.
El padre de Olga fue un empresario sevillano que residía desde hacía años en la Costa del Sol. Estaba separado de la madre de Olga, con quien tuvo tres hijos. Uno de ellos, Tomás, es mellizo de Olga, también futbolista, portero de divisiones regionales de la provincia de Sevilla. El hermano mayor, Fran, es también futbolista en Teruel.
Los hermanos mellizos del matrimonio nacieron en junio del año 2000. Por entonces, el fútbol femenino apenas llevaba en España una década asentado, tras iniciarse la liga femenina en 1989. Por eso, la familia, al principio, se resistió a que la pequeña jugara al fútbol. Probaron con el tenis, la natación y el baile flamenco.
El padre de Olga estuvo ligado al mundo del fútbol. Quizás por ello, resultaba natural para Olga pegar pelotazos en las calles de Sevilla.
Según explica el medio valenciano SuperDeporte, Tomás Carmona fue el líder de un grupo inversor que estuvo a punto de comprar un equipo histórico del fútbol español. En aquella temporada 2007-08, el Levante UD acababa de descender a Segunda División, tras una temporada catastrófica en Primera, en la que acabó último.
En ese momento, la continuidad del equipo parecía complicada. En aquel 2008 comenzaba una crisis económica que golpeó tremendamente al mundo del fútbol, que había experimentado un enorme crecimiento a cuenta del 'boom' del ladrillo.
Carmona protagonizó incluso ruedas de prensa para mostrar el proyecto de los inversores a los aficionados. Finalmente, quedó en nada, pero contaba con Lucas Alcaraz, técnico andaluz, como líder del proyecto.
En la celebración por el Mundial que se celebró la noche del lunes en Madrid, Carmona confesó que el domingo había sido el día más feliz y más triste de su vida, al conocer la muerte de su padre.
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