El fútbol de los años 80 dejó imágenes imborrables como la coincidencia en el Cádiz CF de Dieguito (Diego Garrido Valencia, 1959) y Choquet (Rafael López Choquet de Isla, 1957), dos talentos nacidos en Jerez que compartieron vestuario en el otrora Ramón de Carranza durante las temporadas 1981-82 y 1982-83. Dos artistas del balón que dejaron una huella indeleble en la historia del club y en la memoria de la afición.
La trayectoria de Rafael Choquet alcanzó un momento decisivo el 20 de septiembre de 1981, cuando debutó con el Cádiz CF en Primera División en el Nou Camp frente al Barcelona. El partido concluyó con victoria local por 4-0, pero quedó grabado en la historia personal del delantero jerezano, que entró en el minuto 44 sustituyendo a Manuel López bajo la dirección del técnico serbio Dragoljub Milošević. Su único tanto en la élite lo firmó en Carranza el 14 de marzo de 1982, en la victoria por 3-0 ante el Athletic Club de Bilbao.
El talento de Dieguito
El camino de Dieguito hacia la Primera División también se cruzó con aquel Barcelona-Cádiz de 1981. Apenas unas semanas más tarde firmó su primer gol en la máxima categoría, un tanto histórico en Carranza el 7 de octubre de 1981 que dio la victoria por 1-0 frente al Atlético de Madrid. Fue la primera gran celebración de una afición que pronto lo adoptó como uno de sus ídolos.
Dieguito acumuló 437 partidos oficiales a lo largo de su carrera, de los cuales 98 fueron en Primera División, y anotó un total de 73 goles, 10 de ellos en la máxima categoría. En el recuerdo cadista también permanece como el autor del tanto que permitió al club conquistar por primera vez el Trofeo Carranza, en 1981, un logro que todavía se evoca con orgullo. Formado en el Xerez CD, dio el salto al Cádiz CF. Posteriormente defendió los colores del Atlético Sanluqueño, el Jerez Industrial y el San Fernando,
Por su parte, Choquet vistió las camisetas de equipos como el Xerez CD, Sabadell, Orihuela, Polideportivo Almería, Atlético Antoniano y Lebrija, además de sus dos etapas en el Cádiz. Su carrera estuvo marcada por la entrega y la constancia, convirtiéndose en un referente del fútbol andaluz en aquella época.
Ambos futbolistas representan una generación que llevó el nombre de Jerez a los estadios más importantes de España. Su coincidencia en el Cádiz es recordada como un momento dorado, símbolo de un tiempo en el que el talento local se convertía en protagonista en Primera División.
