Ocho de la tarde. Los aficionados xerecistas empiezan a llegar al antiguo campo de la Juventud, ahora llamado Pedro Garrido, lugar elegido para el primer partido de pretemporada del Xerez Deportivo FC como alternativa a Chapín por el mantenimiento del césped.
El club lo hace ejercendiendo de anfitrión en la Copa José Ángel Zalba, la I edición del Torneo de la Fasfe, una federación que agrupa a los accionistas y socios del fútbol español. De hecho, este pasado fin de semana la ciudad acogió la octava edición del Encuentro de Fútbol Popular, con la asamblea anual de la Fasfe y la puesta en común del presente y futuro de los clubes de fútbol popular en España. Pero, ¿qué es eso del fútbol popular?
"El fútbol popular es ver este deporte de otra forma, más participativa, con proyectos en común en los que los socios somos parte", explica a lavozdelsur.es uno de los aficionados que acude al Pedro Garrido. José Miguel es salmantino y socio del Unionistas, tal vez el club que mejor represente el concepto de fútbol popular con garantías de éxito. El pasado año se quedó a tan solo unos puntos de disputar el playoff de ascenso a Segunda División. Su amigo, Javier, también socio de Unionistas, es claro al respecto: "Que sea un espectáculo. Aquí hemos venido a disfrutar, el fútbol y el deporte no es un negocio ni un lugar para malos rollos".
Junto a ellos, se encuentra José Luis, incansable peñista y aficionado xerecista que ha conocido antes del partido a sus ya amigos salmantinos. "Esto es así, nos conocemos en las previas. Es lo bonito del fútbol, conocer gente, arrimarse, echar un ratito y animar cada uno a su equipo", dice. Los seguidores de Unionistas asienten: "Llevamos desde el fin de semana de vacaciones, esto es una maravilla. Esperamos que tengáis este año suerte y nos podamos ver pronto". La máxima del fútbol popular, reconocen, es que otro fútbol "es posible" y ese sólo puede ser fútbol popular. El objetivo último es que la propiedad de los clubes y sus decisiones sean democráticas y recaigan en sus socios.
Lo cierto es que el concepto de fútbol popular es reciente y obedece a la respuesta por parte de aficionados y socios a la creciente mercantilización del deporte rey en España. Tanto en Salamanca, como en Logroño, en Ourense y en Jerez, aficiones que hace algo más de una década compartían institución, han emprendido caminos diferentes y modelos diferenciados.
La quiebra o dificultades económicas de equipos históricos —UD Salamanca, CD Logroñés o CD Ourense, entre otros— llevó a los aficionados a plantear una alternativa al modelo de fútbol moderno. Entre ellos, parte de la afición xerecista, que fundó el Xerez Deportivo FC en 2013 ante los problemas económicos del Xerez CD y su descenso administrativo a Tercera División. Diez años más tarde, el club celebra su décimo aniversario y hace de anfitrión junto a otra veintena de equipos de fútbol popular.
Fútbol democrático y contra el insulto
Si hay una figura que destaca en la historia del fútbol popular es la que lleva el nombre del trofeo que enfrenta —o mejor dicho, reúne— a Unionistas de Salamanca con el Xerez Deportivo FC: José Ángel Zalba. Con tan solo 29 años, el empresario aragonés llegó a ser presidente del Real Zaragoza, logrando el ascenso a Primera División y promaclamándose subcampeón de Liga y Copa en 1975 y 1976.
El directivo, que tuvo que salir del Real Zaragoza tras la conversión en Sociedad Anónima Deportiva del club en 1992, pasó por otros proyectos deportivos hasta fundar la Fasfe, que busca la democratización de la propiedad de los clubes de fútbol de España, su representación en "estructuras mutuas sin ánimo de lucro", así como el papel de estos como "instituciones culturales, cívicas y sociales". En ese camino, buscan un cambio en el rumbo del deporte en España, que tuvo que acatar bajo decreto la conversión en empresas de todos sus clubes profesionales en 1992 bajo el amparo de la nueva Ley del Deporte. En 2021 el Gobierno eliminó el requisito de que un club sea SAD para poder jugar en el fútbol profesional. No obstante, desde que en 2007 se fundara el Atlético Club de Socios, en 2009 la SD Logroñés y en 2010 el Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia, ningún equipo de estas características ha conseguido coronarse y alcanzar Segunda División.
"Dicen que los clubes de fútbol popular tenemos techo, pero techo no hay; el techo lo ponen otros", explica uno de los aficionados de Unionistas, que sostiene que hay equipos con más presupuesto que no han llegado a donde están ellos. El club, fundado en 2013, igual que el Xerez Deportivo FC, se siente heredero de la extinta UD Salamanca, al que le rinden tributo y memoria. El camino no ha sido fácil, pero mereció la pena. Hoy es una institución transparente con su situación económica y cada partido en su estadio, el Reina Sofía, es una verdadera celebración. "Tengo un amigo del Atlético de Madrid que ha venido a vernos y le encanta volver, cada partido es una fiesta", comenta José Miguel.
El compromiso de la afición se traslada a la directiva, al cuerpo técnico y a los propios jugadores, que saben que, si bien vienen a jugar a un proyecto consolidado en Primera Federación —tercera categoría del fútbol español—, es un club muy diferente. "El técnico que tenemos este año —Dani Ponz— cree de verdad en el fútbol popular y busca que los jugadores crean en el proyecto. Antes jugábamos con complejo de inferioridad, cogió el equipo el año pasado en el descenso y quedamos séptimos. Podemos hacer lo que queramos, pero siempre estaremos ahí", añade el aficionado salmantino.
Por la megafonía del Pedro Garrido el speaker xerecista anuncia antes de empezar el partido la apuesta de ambos clubes por el "fútbol contra el insulto". "En Unionistas no insultamos al rival. La rivalidad existe, pero no así". Javier hace memoria y aprovecha para recordar las amistades que ha reunido en los últimos años. "Con el Dépor, increíble. En Coruña ibas por los bares y te invitan a todo. El fútbol debe ser eso. El año pasado estuvimos en San Fernando y también hicimos amigos", dice.
La afición hace cola en la barra del Pedro Garrido para comprar pipas, patatas fritas, alguna cerveza sin alcohol y refrescos. Al otro lado, un stand vende merchandising oficial del Xerez Deportivo FC y bufandas del encuentro de fútbol popular celebrado la pasada semana. Entre varias familias con camisetas de Unionistas, la multitud xerecista. "Esta bufanda es la que me gusta a mí, la que tiene a todos los equipos", dice uno de ellos. En la grada, comienzan los cánticos. Un grupo de chavales señala a los jugadores del equipo rival: "Esta gente van a hacer una buena temporada; el año que viene están en el FIFA".
La música continúa en el estadio hasta que salen los jugadores al campo. Suenan soleás y bulerías. "Jerez huele a mosto", dice una de las letras. "Ahora que somos libres, no hay nada que nos pare", continúa el himno efecista, obra de Fali Abad. El Kolectivo Sur eleva una pancarta con un claro mensaje y el logo de La Liga del revés: "Mal fin tengan los dineros".
Unionistas se lleva el trofeo a Salamanca
Este año, el Xerez Deportivo FC vuelve al grupo X de Tercera División tras el descenso en la temporada 2022/2023. Pese a ser la quinta categoría del fútbol español, el club ya ha superado la barrera de los 2.000 socios, a falta de un mes para que comience la liga.
El proyecto del nuevo entrenador, el sevillano David Sánchez, cuenta con muchos jugadores sub-23, la apuesta por la cantera y la renovación de la mayor parte de la plantilla. El equipo, que sale con una táctica ofensiva, es sorprendido a los 7 minutos por el rival, que se impone con un gol al contragolpe. Con buenas jugadas y dominio claro del balón durante buena parte de la primera mitad, la única ocasión clara, por parte del serbio Mikan, no entra en la portería salmantina. En la segunda parte, Unionistas fue superior y tan solo cinco minutos después de que sonara el silbato, el capitán Mario Losada, que también marcó el primer tanto, puso el esférico en la escuadra.
Finalmente, el encuentro acabó 0-2 para los salmantinos, que se llevan la Copa José Ángel Zalba para tierras charras. Pese a las buenas sensaciones, el técnico xerecista cree que "hay mucho trabajo por delante" en el campo. En la grada, con casi 2.000 aficionados, no hay derrota posible: ambos ganaron. El ambiente festivo lo dice todo.
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